Los partidos políticos, en su origen surgieron para representar visiones y ciudadanos que la compartían.
Ningún partido político en su concepción mas pura, nació como oposición, sin embargo, al tener visiones diferentes con el gobernante en turno, de manera natural en eso se convirtieron.
Sin embargo, la oposición en algunos casos, se creó también por la escisión de liderazgos dentro de un mismo partido, ejemplos hay varios (PRD; PARM; PT, etc.), en estos casos no necesariamente porque no compartieran la visión, sino porque no compartían el poder del mismo partido.
Y en el momento en que los partidos políticos se convirtieron en un feudo, en el poder absoluto de unos cuantos, fue cuando perdieron su razón de ser, porque, con tal de conservar el poder y los beneficios del mismo, se olvidaron generalmente de la visión de su fundación y de los ciudadanos que representaban.
Por eso hemos visto alianzas que eran impensables, únicamente con el afán de recuperar el poder que perdieron por una mala gestión de gobierno, alianzas en las que han tenido que sacrificar la visión de su fundación.
Por eso digo, que nuestro sistema partidista ha caducado, porque los liderazgos están cuestionados, comprados o acomodados, la mayoría con una larga trayectoria y en casos “cola”, lo cual los hace vulnerables para realizar señalamientos, ya que algunos temen la “aparición” de sus expedientes o audios como los muchos de “Alto”, que al parecer está de moda.
Vemos al presidente presumir su baraja de “corcholatas”, a diestra y siniestra, con un cuestionable “cumplimiento” de la ley electoral.
Mientras que en los partidos que no tienen el poder y se denominan oposición, vemos que se la pasan dando malabares para mantener el control del partido, tal es el caso del presidente del PRI que esta mas ocupado en responder los señalamientos en su contra, que no ha querido aceptar que eso únicamente debilita al partido.
Los que suenan para competir por la presidencia del 2024, son el exgobernador Aureoles, que busca construir desde un PRD, diezmado con el paso del tiempo. Un autoexiliado Ricardo Anaya desde el PAN, donde su presidente Marco Cortez, está librando una batalla interna con Santiago Creel y Damián Cepeda entre otros.
Del PRI, suenan varios, pero mientras “Alito” no suelte el control, será el que el señor diga.
Lo que sucede en la oposición es natural debido a la tentación del poder político y económico, pero principalmente a lo permisivos, desmemoriados e indolentes de algunos mexicanos, que, hasta antes de este sexenio, creían que no les afectaba.
Lastimosamente, llegaremos al 2024 buscando sobrevivir y rogando que no nos vaya peor, sin embargo, se avizora un futuro donde de mas de 120 millones de mexicanos, estaremos buscando elegir “al menos malo”.
Que pensarían Plutarco Elías Calles (PNR), el General Cárdenas (PRM) y Ávila Camacho del actual PRI, o Manuel Gómez Morin del rumbo del PAN.
Porque, ya hemos visto la lejanía y decepción que tienen el Ingeniero Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, fundadores del PRD.
O mas actual, que pensara el fundador de Morena, al ver en lo que su movimiento se ha convertido.
Insisto, ¡Es tiempo de los ciudadanos!, que no hemos perdido el rumbo.
Abelardo Pérez Estrada
@abeperez
Empresario, analista político, Expresidente CANACINTRA
