Zamora, Mich.-Ya es una tradición en Zamora que todos los viernes decenas de feligreses acudan al Santuario del Señor de la Salud para solicitar una moneda, pedir por algún enfermo, pagar alguna manda o simplemente asistir a misa.
Desde muy temprano, las personas se acercan al santuario y se retiran hasta pasada la tarde, después de haber recabado algunas monedas.
Son al menos una decena de pedigüeños de avanzada edad los que se apuestan en las puertas de este recinto religioso, sin estorbar el paso de los feligreses que se encaminan al interior a cumplir alguna celebración religiosa.
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De manera paciente esperan que algunas personas los puedan ayudar con algunos pesos y así poder continuar con su vida cotidiana, pues al parecer es la única percepción económica que reciben.
Esta escena sólo se puede ver los viernes, lo que ya ha pasado a formar parte de una tradición en esta ciudad de vocación religiosa.
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Nadie sabe cómo empezó ni quién fue el iniciador, pero lo cierto es que, cada viernes, de manera puntual, ahí se les ve, afuera del ricino, con las manos estiradas hacia las personas que ingresan al recinto.
En Zamora no es raro este tipo de personas, dada las arraigadas creencias de la gente, pero el Santuario del Señor de la Salud destaca por esta peculiaridad.