Morelia, Michoacán (OEM Infomex).- “La prohibición de las bolsas de plástico no ataca el problema de contaminación ambiental de raíz termina siendo a la larga un ecocidio porque se requieren más recursos naturales para la fabricación de bolsas de papel o de tela”, opinó la fundadora del movimiento ecologista “La Solución Soy Yo”, Alejandra Ramos Jaime.
“La Solución Soy Yo” es un movimiento civil que se difunde en las redes sociales y que proponen y opinan sobre los problemas de contaminación ambiental en México.
En entrevista, la ecologista señaló que la política pública de prohibición de basura que han implementado gobiernos locales en México, entre ellos el Ayuntamiento de Morelia, solo “complace” a las autoridades y “distrae” a los ciudadanos sobre el verdadero problema que existe de contaminación en los mares, océanos y calles.
“La raíz se encuentra en los tiraderos a cielo abierto; más del 87 por ciento de los que existen en México son tiraderos al aire abierto, es decir que no cumplen con la norma”, destacó Ramos.
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En el país, más de 19 mil toneladas de basura queda sin recolección en las calles, ya que se recolecta el 83 por ciento de todos los residuos que se generan diariamente.
En Michoacán se producen 4 mil 459 toneladas de residuos sólidos urbanos diariamente; mientras, se recogen 4 mil 615 toneladas en promedio todos los días, según datos de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
La ciudadana opinó que detrás de las restricciones a los plásticos no existió un análisis económico-ambiental considerando que el material es la mejor alternativa ecológica, ya que en su fabricación se utiliza menos recursos naturales, en comparación a las bolsas y empaques de cartón y tela.
“Una bolsa de papel debe ser utilizada al menos siete veces para ahorrar el impacto ambiental de su fabricación con respecto a una bolsa plástica; mientras una bolsa de tela debe ser utilizada más de 350 veces para compensar el impacto ambiental”, mencionó.
Con investigaciones científicas de otros países, dijo Ramos Jaime que el plástico ayuda a reducir en cinco veces el uso de agua; en dos veces, fuentes de energía no renovable; en tres veces, la emisión de gases de efecto invernadero.
“Las bolsas de plástico requieren un 70 por ciento menos de energía para fabricarse y consumen un 96 por ciento menos de agua que las que se usan para fabricar bolsas de papel”, sostuvo en entrevista.
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En contraste, se necesitarían 7.5 años de uso de la misma bolsa de algodón antes de que sea una mejor opción que una bolsa de plástico reutilizada en tres ocasiones.
