Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Acondicionado con tablas a forma de bancas y mesas, en un terreno al lado de la pequeña parroquia de San Antonio de Padua, jóvenes y niños toman clases de regularización en Álgebra y Matemáticas de manera gratuita.
Las clases son impartidas por Graciela Contreras Cárdenas, quien recientemente llegó a la ciudad de Morelia y buscó una manera de integrar a las infancias y a las adolescencias de la colonia Vicente Lombardo Toledano para que continúen por el camino del estudio.
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“Empecé a notar que muchos jóvenes son muy inteligentes para aprender, pero no seguían una carrera y les preguntaba ¿por qué si iban bien? y me decían que, porque a veces no entendían nada de álgebra, que es lo que a mí se me facilita más y les empecé a enseñar”, comentó.
En un inicio, Contreras Cárdenas impartió las sesiones en la cochera de su casa, pero por la cantidad de menores que asistieron al igual que las fuertes lluvias de esta temporada, decidió buscar ayuda en el Templo del Buen Pastor, donde el padre Benjamín le facilitó un espacio para dar las clases que los jóvenes necesitan.
“Yo esperaba cinco u ocho niños, pues el primer día llegaron 20, al día siguiente llegaron otros 15. Me tocó que se sentaran en el piso porque ya no había lugar y mejor los dividí, yo creo que se ha corrido la voz porque ven que están aprendiendo así que lo que implementé fue dividirlos en niños de primaria, jóvenes de secundaria y preparatoria”
A pesar de que el espacio pertenece a la iglesia, la profesora asegura que en lugar existe la libertad de clero y que a los estudiantes no se les inculca ninguna religión. La respuesta de los padres ante esta iniciativa ha sido positiva e incluso les ha sorprendido el hecho de que sean clases gratuitas.
“Les digo que este es un servicio que yo quiero dar ¿Por qué? Porque si a los muchachos no los alentamos, no los apoyamos a que continúen, pueden caer en la delincuencia lamentablemente. Hay jóvenes que tienen el potencial solo hace falta encaminarlos” afirmó.
Asimismo, aseguró que las clases en las escuelas suelen ser de 45 minutos, mientras que sus clases tienen una duración de dos horas, lo que le permite como maestra de regularización una ampliación del tema a tratar “en dos horas pueden asimilar las ideas, reafirman el conocimiento y los veo contentos porque le entienden bien”.
La maestra comenzó a impartir estas clases en su tierra natal, Apatzingán, pero ahora lo hace en esta colonia al noreste de la capital del estado con los métodos que ha aplicado desde hace más de 20 años. Graciela considera que es ama de casa de tiempo completo pero encontró en la docencia una forma de mantenerse ocupada y ayudar a las personas.
Sin embargo, las instalaciones del lugar no están completamente adecuadas para lo que se necesita. Mesas, sillas, un pintarrón más grande, plumones, entre otras cosas son parte de lo requerido, además de una cerca segura para que no se roben su mobiliario. Hasta ahora los muebles que se encuentran en el lugar han sido adaptados por los mismos jóvenes y los padres de familia.
El programa que diseñó la profesora consta de dos semanas donde verán lo básico de álgebra, despejes y ley de los signos para que puedan resolver ecuaciones. Por otro lado, mencionó que el espacio está abierto a cualquier maestro jubilado que quiera continuar dando clases a participar con estos jóvenes en otras materias como Español o Inglés.
