Jiquilpan.- La irregularidad en el temporal de lluvia y un incorrecto uso del agua potable ha generado ya preocupación al Organismo Operador de Agua Potable Alcantarillado y Saneamiento (OOAPAS) de este municipio que se ha visto obligado a realizar acciones de racionamiento y tandeo en diversos sectores de la zona urbana.
Actualmente, declaró Mario Alberto García Cárdenas, titular del organismo descentralizado se enfrenta a la carencia de recursos tanto de disponibilidad de agua como económicos debido a que se arrastra un adeudo del orden de los ocho millones de precios heredado de la administración anterior, a lo que se suma el agotamiento definitivo de las perforaciones de las Colonias Independencia y Cuauhtémoc al norte de la población y el poco re abastecimiento de los mantos subterráneos por falta de lluvia.
En el tema financiero destacó García Cárdenas que no existe propiamente una crisis ya que la recaudación actual si bien permite sobrellevar los gastos de operación no permite generar inversión en la mejora o rehabilitación de las redes de distribución “Tenemos una deuda atrasada de ocho millones de pesos y si bien no ha crecido tampoco la hemos podido subsanar, ahorita nos estamos enfocando solamente en el pago de energía eléctrica y de los trabajadores”.
En lo que sí hay una crisis, dijo, es en la disponibilidad del recurso hídrico, el titular del OOAPAS reseñó que sumado al abatimiento de las dos perforaciones al norte de la cabecera municipal se ha registrado un descenso en el aforo de la perforación Lobera I que registraba un abasto de cerca de 105 litros por segundo contra los 90 que extraen actualmente, esta pérdida es equivalente al aforo que entrega la perforación Totolán II.
Desde la apreciación del entrevistado, la suma de los litros por segundo de las perforaciones activas de este municipio es suficiente para abastecer las necesidades existentes de la densidad poblacional en la extensión territorial municipal “Sí alcanza pero necesitamos generar una cultura de ahorro de agua porque la falta de esa cultura es la que impide que podamos hacer llegar el agua a las colonias o barrios que se encuentran en las puntas de las redes y eso perjudica porque hay lugares muy altos a los que no podemos llegar porque no hay la presión suficiente”.