Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).-Michoacán es uno de los estados con mayor porcentaje de población analfabeta, Se ubica en el quinto lugar nacional de rezago educativo, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el informe estadístico educativo Michoacán del ciclo escolar 2021-2022 y el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA).
Desde 1967 el Día Internacional de la Alfabetización se celebra el 8 de septiembre y en el marco de la celebración es importante hablar de la alfabetización como factor de dignidad y derechos humanos. El analfabetismo es la incapacidad de leer y escribir un recado, especialmente entre personas mayores de 15 años. Es un fenómeno que afecta el desarrollo económico, político, social y cultural de las personas y las comunidades.
En Michoacán, el analfabetismo ha sido un problema histórico que se ha intentado combatir, sin embargo, actualmente el estado posee uno de los mayores niveles de rezago social en el analfabetismo, encontrándose en el número 28 de 32 estados.
De acuerdo con Inegi, en Michoacán siete de cada 100 personas de 15 años y más no saben leer ni escribir, lo que representa una tasa de analfabetismo del 6.9 por ciento, representando aproximadamente un total de 292 mil personas que no saben leer ni escribir en el estado.
Aunque la tasa de analfabetismo en Michoacán ha disminuido en los últimos 20 años, pasando del 13.9% en el 2000, al 10.2% en el 2010, al 6.9% en el 2020 en datos del Inegi y al 6.4% en el 2022, según el informe educativo de Michoacán, persisten disparidades notables. En las últimas tres décadas, el analfabetismo entre la población de 15 años y más ha experimentado un declive. En el caso de las mujeres, este indicador ha disminuido del 15% al 6%, mientras que en los hombres, ha bajado del 10% al 4%.
Referido a estos datos, el analfabetismo en Michoacán tiene una distribución desigual según el sexo, la edad y la región. Teniendo más mujeres que hombres analfabetas, con un 8.1% frente a un 5.9% conforme al Inegi. También hay más personas mayores que jóvenes analfabetas, con un 35.1% entre las personas de 75 años y más, frente a un 1.3% entre las personas de 15 a 29 años. Asimismo, hay más personas analfabetas en las zonas rurales que en las urbanas, con un 11.9% frente a un 4.6%.
Además el analfabetismo también es un reflejo del rezago educativo. La Secretaría de Educación del Estado (SEE) ubica a Michoacán entre los últimos estados en calidad educativa y es el último en eficiencia terminal. La escolaridad promedio de la población de 15 años y más equivale a poco más de segundo año de secundaria. En el ciclo 2020-2021, en Michoacán abandonó sus estudios el 5% de los estudiantes de nivel básico, media superior y superior. En el nivel bachillerato, el porcentaje fue de 15.6%, y en el nivel secundaria, de 8.3%.
Aunque se han realizado esfuerzos, el analfabetismo en Michoacán está relacionado con varios factores. Las zonas rurales y marginadas enfrentan dificultades adicionales en términos de acceso a la educación de alta calidad, lo que crea un ciclo de desventajas para las generaciones venideras. Además, la delincuencia, la migración y la pobreza tienen un impacto en la prevalencia de este problema, ya que las familias en condiciones de pobreza con frecuencia priorizan la supervivencia sobre la educación.
El analfabetismo no solo afecta la capacidad de comprender y comunicarse en la sociedad actual, sino que también perpetúa la marginación y la desigualdad. La falta de habilidades básicas limita el acceso a información importante, excluyendo a las personas analfabetas de oportunidades de desarrollo personal y económico.
La persistencia del analfabetismo en Michoacán demuestra la necesidad de solucionar las disparidades educativas. A pesar de las mejoras, el 6.4% de los analfabetos en 2022 enfrentan obstáculos en términos de género, edad y ubicación geográfica. Este problema arraigado, que perpetúa la desigualdad y limita el desarrollo individual y colectivo, sigue siendo alimentado por la falta de acceso a educación de alta calidad, seguridad y factores socioeconómicos.
