Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Alejandra Ruiz Zarco, madre de Ana Fernanda Basaldúa Ruiz, continúa a la espera de que el gobierno de Estados Unidos le apruebe una visa humanitaria que le permita trasladarse a aquel país y atender los trámites derivados de la muerte de la soldado michoacana, ocurrida en la base militar Fort Hood de Texas el pasado 13 de marzo.
En entrevista para El Sol de Morelia, detalló que esta tarde podría completarse el trámite y ya negocia con su expareja, padre de Ana Fernanda, si se incinera el cuerpo para trasladar las cenizas o se embalsama con el fin de traerla a su natal Tacámbaro.
Esta mañana, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla dijo ante los medios de comunicación que ya se le brinda apoyo a la familia para la repatriación del cuerpo a través de la Secretaría del Migrante.
Ana Fernanda Basaldúa Ruiz fue encontrada sin vida en la referida base militar, pero las causas del deceso aún no han sido aclaradas, por lo que el gobierno federal y también el estatal han exigido una explicación convincente.
En ese mismo recinto también murió Vanessa Guillén, en 2020, quien fue asesinada por otro soldado que la descuartizó y enterró en un lugar lejano. Al ser descubierto, el hombre se suicidó.
El pasado domingo decenas de personas en Tacámbaro salieron a marchar por las calles para exigir justicia, pues la joven de 20 años de edad había confiado a su madre que sufría acoso sexual por parte de superiores y compañeros de la milicia.
Contactada vía telefónica, Alejandra Ruiz reconoció tener “todo el apoyo” de Ramírez Bedolla y la Presidencia de la República, por lo que solo debe ponerse de acuerdo con su exesposo para saber cómo tratan el cuerpo y si esperan los restos en el estado de California.
Por otro lado, señaló que todo el asunto legal para aclarar las condiciones en que murió su hija las lleva un cuerpo de abogados en Estados Unidos en coordinación con una familiar.
Era una mujer valiente
Al preguntarle cómo recuerda a su hija, Alejandra señala que “era una mujer muy hermosa por fuera y por dentro, muy valiente, carismática, genuina, amorosa, alegre y llena de vida”.
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No olvida que el 5 de diciembre de 2019, a los 17 años de edad, obtuvo su carta de naturalización, y en junio de 2020 viajó a California para enlistarse en el Ejército norteamericano. Dice que desde niña le gustó mucho la disciplina, por lo que veía en la milicia el vehículo para lograr una mejor calidad de vida, pero todos esos sueños quedaron rotos ante una muerte de la que toda la familia exige explicaciones.
Por último, pide que se haga público el apoyo que ha recibido de los pobladores y el alcalde de Tacámbaro, Artemio Morilla, quienes el pasado fin de semana le expresaron su solidaridad.
