Conoce la historia del gaspacho, el manjar moreliano por excelencia

El gaspacho fue inventado en el año 1976 por José Alfredo Ferrer Ortiz, un frutero del Bosque Cuauhtémoc

Denisse Miguel / El Sol de Morelia

  · lunes 17 de octubre de 2022

Gaspacho original con chile / Foto: Javier Guerrero | El Sol de Morelia

Morelia, Michoacán.-El gaspacho sólo puede ser disfrutado por el paladar moreliano, pues los foráneos y extranjeros muchas veces se niegan a dejarse envolver por el sabor de la fruta picada con queso. Incluso entre los morelianos hay quienes nunca han probado los originales.

Al menos, es lo que dicen los expertos.

Jícama, queso, cebolla morada, limón, vinagre y chile verde fueron los ingredientes que José Alfredo Ferrer Ortiz mezcló en 1976, luego de un día de tragos y como un remedio para su resaca. De esta fecha ya han pasado varias decadas y sigue siendo un antojo que los morelianos disfrutan cuando pasean por la ciudad.

En 1976 inventó el gaspacho porque él tomaba mucho y llegó al puesto un poco crudo, picó la rebanada de jícama y le agregó vinagre y limón, entonces pasaron unos clientes, lo probaron, les gustó y fueron ellos quienes corrieron la voz y empezaron a traer más gente.

Luis Ferrer Ortiz, vendedor de gaspachos

Luis Ferrer, hijo del inventor del gaspacho / Foto: Javier Guerrero | El Sol de Morelia

¿Cuáles son los ingredientes del gaspacho original?

Estos fueron los ingredientes que José Alfredo Ferrer Ortiz mezcló en 1976.

  • JÍCAMA
  • QUESO
  • CEBOLLA MORADA
  • LIMÓN
  • VINAGRE
  • CHILE VERDE

Luis Ferrer Ortiz, su hijo y quien ahora se encarga del puesto en el Bosque Cuauhtémoc, cuenta que el negocio lo inició su papá desde el año de 1970 y en un principio sólo vendían fruta picada y rebanadas de jícama con queso, cebolla y chile verde, eso fue la base del gaspacho.

Mientras la entrevista se lleva a cabo llegan clientes y piden dos gaspachos tradicionales, que en la actualidad llevan jícama, mango, piña y jugo de naranja.

Manos cortando mango y jícama / Foto: Javier Guerrero | El Sol de Morelia

Luis Ferrer hace entonces la pregunta decisiva: “¿Con todo?” Sí, responden los clientes.

Luis Ferrer, quien ya sabe que no todos conocen la receta original, procede a describir lo que significa un gaspacho “con todo”. Ahí es cuando se logra distinguir quiénes son los fieles clientes de Los Originales Gaspachos del Bosque.

“Es que allá no le ponen eso” se alcanza a escuchar, su acompañante ignora el comentario y responde: “Uno con todo, y el otro sin vinagre, cebolla y chile verde”.

Manos colocando fruta picada en un vaso / Foto: Javier Guerrero | El Sol de Morelia

Luis Ferrer menciona que es lógico que esto suceda, pero todavía hay quienes reconocen y buscan el sabor original.

Nosotros siempre le hemos echado cebolla, chile verde y vinagre y seguiremos con esa tradición. En otros lugares no le ponen y la gente se acostumbró a eso. Los jóvenes se sorprenden cuando saben que lleva cebolla, pero la gente mayor casi siempre responde: A mí démelo como es”. Asimismo, menciona que sus clientes siempre regresan, incluso cuando algunos han migrado a otros países como Estados Unidos.

Respecto a las personas foráneas que nunca han probado la fruta de esta manera, menciona que los visitantes nacionales son los que están más abiertos a probarlos, contrario a los turistas internacionales, que a menudo piensan que es una combinación demasiado rara.

Gaspacho con chile y salsas / Foto: Javier Guerrero | El Sol de Morelia

Aunque la mayoría de las personas llegan buscando los gaspachos, también puedes encontrar chalupas, un pepino partido por la mitad y sin semillas, al que se le pone fruta picada; jícama con queso y cebolla, además de otras combinaciones de fruta para hacer un gaspacho a tu gusto.

Los precios van desde los 55 pesos hasta los 80 y 90 pesos, dependiendo del tamaño del gaspacho. Luis Ferrer asegura que la fruta es de excelente calidad y del día, incluso busca que sea cosechada en el estado.

Al ser un negocio familiar, hay varios lugares donde siguen la receta de José Alfredo Ferrer Ortiz. En el bosque hay dos puestos, el que atiende Luis Ferrer y el que atiende su hermano. Otro se encuentra en la entrada de los túneles que llevan a Altozano, en Lomas de Guayangareo y en las Tijeras, en la calle Fray Sebastián de Aparicio.

Puesto de gaspachos en el Bosque Cuauhtémoc / Foto: Javier Guerrero | El Sol de Morelia

Respecto a los retos que enfrenta, Luis Ferrer refiere que las cadenas y negocios más grandes de gaspacho no son un problema para su negocio, porque, aunque habrá quienes vendan lo mismo, hay una diferencia en la calidad y es algo que los clientes toman en cuenta.

Comenta que las afectaciones más grandes se dieron por el aumento en el precio de los insumos, la pandemia de Covid-19 y todo lo que implicó el confinamiento, como la suspensión de labores.

El tiro de gracia, como lo llamó él, fue cuando cerraron el hospital civil e infantil, pues gran parte de la clientela llegaba de estos lugares.

"La venta bajó un 70 por ciento, antes yo tenía empleados y ahora soy sólo yo".