El conflicto entre directivos del Hospital IMSS de Zamora y los trabajadores del sindicato escaló esta semana, cuando estos últimos tomaron las oficinas administrativas en demanda de la destitución del director Juan José Vieyra Cárcamo.
Los integrantes de la sección 21 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud acusan al funcionario de cometer diversas irregularidades e incumplir acuerdos pactados con anterioridad.
Gabriela Guzmán, dirigente regional del sindicato, precisó que los presuntos abusos de Vieyra Cárcamo y parte de su equipo van desde negociar los cambios de turno hasta pedir dinero a familiares de enfermos para asegurar el servicio y acoso sexual.
Sin presentar pruebas, los sindicalizados señalaron que esto ha provocado que prive el desorden en el nosocomio, por lo que pidieron la intervención de la Secretaría de Salud estatal, Belinda Iturbe, así como del secretario de Gobierno Elías Ibarra.
Afirmaron además que continuarán con las protestas hasta tener una respuesta favorable por parte de las autoridades estatales.
No obstante, trascendió que el problema de fondo tiene su origen en las acusaciones que vertieron en días pasados las responsables del área de enfermería del nosocomio, Ángeles Jiménez y Karina Martínez, quienes señalaron que los integrantes del sindicato utilizan los espacios para realizar convivios.
De manera textual, las enfermeras expresaron que los integrantes del sindicato priorizan la fiesta antes que brindar atención a los pacientes, por lo que exigieron poner fin a esta situación.
Indicaron que ante las quejas los sindicalizados han respondido con evasivas y burlas, señalando que los convivios que realizan tienen como objetivo mejorar el ambiente laboral, lo que consideran una arbitrariedad.
Hasta el momento son más de 250 trabajadores los que mantienen la protesta en el hospital.