/ viernes 16 de febrero de 2024

El privilegiado cultivo de la fresa

En los cultivos se utiliza agua de mejor calidad que la que se entrega a habitantes de Zamora: Investigador

El cultivo de las fresas se ha convertido en un privilegio que va en detrimento de los recursos naturales. Así lo sostiene José Luis Sefoó, investigador del Colegio de Michoacán (COLMICH).

Pone un ejemplo: para efectos prácticos, lo que se hace con la exportación de fresa es exportar agua, ya que el 70 o el 80 por ciento de la masa de esta frutilla es agua.

"Por cada kilo de fresa se necesitan 192 litros de agua porque se le hacen varios riegos y no solamente es el riego presurizado", dice.

En diálogo con El Sol de Zamora explica que con frecuencia se hacen riegos adicionales por el surco, aunque la mayoría de los productores de frutilla aseguran que la utilización es únicamente de riego tecnificado, que provee solamente el agua necesaria.

Nos cuentan que el riego es tan preciso que solamente va el agua que se ocupa a la raíz de la fresa, ese es el cuento, pero no es cierto

José Luis Sefoó, investigador

AGUA DE MEJOR CALIDAD

El investigador del Colegio de Michoacán señala que para estos cultivos se perforan pozos profundos de hasta 300 metros.

Asegura: "Tienen los cultivos agua de mejor calidad que cualquier colonia. El agua de las fresas no les falla y es agua de buena calidad, mientras que la ciudad no necesariamente tiene agua y el agua que llega puede ser un líquido con olor, sabor, materia orgánica o material sólido disuelto".

Lo que está ocurriendo, dice, José Luis Sefoó, es que los empresarios de la frutilla son una especie de mineros que una vez agotados los recursos naturales de una región trasladan sus operaciones a otras regiones de otros estados.

Reconoce sin embargo el impacto económico que significa para la región del Valle de Zamora el cultivo de fresa, que estimula el pequeño, mediano y gran comercio, además de ser un importante receptor de divisas vía la exportación del producto a países como Estados Unidos y Japón.

"El lado amable y positivo es que el cultivo de fresas y otras frutillas genera empleo, impacta en transporte, talleres, insumos y energía eléctrica y podemos decir que por cada kilo de fresa o de arándano se estimula la economía".

De acuerdo con el Sistema de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) se tienen registradas en el municipio de Zamora 2,055 hectáreas cultivadas de fresa con una producción por ciclo de 112 mil 854 toneladas con un rendimiento promedio de 54.92 toneladas por hectárea.

El cultivo de las fresas se ha convertido en un privilegio que va en detrimento de los recursos naturales. Así lo sostiene José Luis Sefoó, investigador del Colegio de Michoacán (COLMICH).

Pone un ejemplo: para efectos prácticos, lo que se hace con la exportación de fresa es exportar agua, ya que el 70 o el 80 por ciento de la masa de esta frutilla es agua.

"Por cada kilo de fresa se necesitan 192 litros de agua porque se le hacen varios riegos y no solamente es el riego presurizado", dice.

En diálogo con El Sol de Zamora explica que con frecuencia se hacen riegos adicionales por el surco, aunque la mayoría de los productores de frutilla aseguran que la utilización es únicamente de riego tecnificado, que provee solamente el agua necesaria.

Nos cuentan que el riego es tan preciso que solamente va el agua que se ocupa a la raíz de la fresa, ese es el cuento, pero no es cierto

José Luis Sefoó, investigador

AGUA DE MEJOR CALIDAD

El investigador del Colegio de Michoacán señala que para estos cultivos se perforan pozos profundos de hasta 300 metros.

Asegura: "Tienen los cultivos agua de mejor calidad que cualquier colonia. El agua de las fresas no les falla y es agua de buena calidad, mientras que la ciudad no necesariamente tiene agua y el agua que llega puede ser un líquido con olor, sabor, materia orgánica o material sólido disuelto".

Lo que está ocurriendo, dice, José Luis Sefoó, es que los empresarios de la frutilla son una especie de mineros que una vez agotados los recursos naturales de una región trasladan sus operaciones a otras regiones de otros estados.

Reconoce sin embargo el impacto económico que significa para la región del Valle de Zamora el cultivo de fresa, que estimula el pequeño, mediano y gran comercio, además de ser un importante receptor de divisas vía la exportación del producto a países como Estados Unidos y Japón.

"El lado amable y positivo es que el cultivo de fresas y otras frutillas genera empleo, impacta en transporte, talleres, insumos y energía eléctrica y podemos decir que por cada kilo de fresa o de arándano se estimula la economía".

De acuerdo con el Sistema de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) se tienen registradas en el municipio de Zamora 2,055 hectáreas cultivadas de fresa con una producción por ciclo de 112 mil 854 toneladas con un rendimiento promedio de 54.92 toneladas por hectárea.

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