Morelia, Mich (OEM-Infomex).- Como cada año, miles de peregrinos acudieron al Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, lugar en el que de acuerdo con información del Ayuntamiento de Morelia, se estima que entre el 10 y 12 de diciembre se concentraron alrededor 150 mil personas.
En caravanas o simplemente acompañados por sus familias, fue común ver a personas que hicieron en recorrido en cuclillas por la Calzada de Fray Antonio de San Miguel para cumplir con la promesa hecha a la Virgen de Guadalupe.
Aunque la mayoría utiliza un tapete para no desgastarse las rodillas en el trayecto, también están los que prefieren hacer el sacrificio de no usar nada, pues los devotos argumentan que es una manera de demostrar agradecimiento por los milagros recibidos.
A decir del titular de la Secretaría de Servicios Públicos del Ayuntamiento de Morelia, Nezahualcóyotl Vázquez Vargas, desde que iniciaron las festividades el pasado 20 de noviembre, se registró la visita de 264 mil personas, pero fue en esta recta final donde se vio una mayor cantidad de asistencia.
Respecto al tema de los comerciantes, se instalaron en dos etapas y al final fueron 750 puestos los que se permitieron a los alrededores del templo, por lo que fue necesario reforzar el operativo de seguridad con 200 elementos de la Policía Morelia.
A comparación de otros años y debido a la pandemia, en esta ocasión no se autorizó el ingreso al santuario con grupos musicales, pues el párroco del tempo, José Aguilar Padilla, explicó que como iglesia se enfocaron en hacer lo propio para evitar contagios de Covid-19.
De la misma forma, apuntó que se instalaron dos filtros sanitarios para el ingreso de los fieles, además de que estratégicamente se colocaron tres puertas de salida, pues el reto era evitar las aglomeraciones.
“Algo que establecimos con las personas que nos ayudaron es que no se permitió que los feligreses ingresaran hincados, además de buscamos agilizar las visitas, por lo que al entrar, de manera inmediata se les da la bendición en el atrio y se les invitó a abandonar el lugar para darle oportunidad a otros visitantes”.
Finalmente, el clérigo recordó que en este 2021 también decidieron no permitir que se llevaran a cabo las tradicionales Mañanitas, pues argumentó que actividades de este tipo son las que generan que las personas alarguen su estadía en el santuario.
Arraigada tradición
Más allá de la parte de entretenimiento que rodea al santuario, el acudir a dar gracias a la Virgen de Guadalupe en estas fechas se ha convertido en una tradición que ha arraigado entre los morelianos, quienes acuden caracterizados de Juan Diego o de guare.
El templo de San Diego fue construido en el año de 1708 y ocho años después fue dedicado a la Virgen. Posteriormente, en 1732, se construyó la calzada para facilitar el acceso a los peregrinos, ya que se debe recordar que aquel tiempo esta zona se consideraba un sitio que se encontraba a las afueras de Morelia.
De acuerdo con la cronología cristiana, de los días 9 a 12 de diciembre de 1531 se apareció la Virgen María al indio Juan Diego en el cerro del Tepeyac y le mandó dijese al obispo de México, don fray Juan de Zumárraga, que le erigiese un templo. Dudó el obispo y pidió una señal al indio mensajero, el cual, por orden de la señora, cortó rosas y flores del lugar y las llevó al prelado, admirándose los dos de que, al abrir la capa en que las llevaba envueltas, apareciese milagrosamente pintada una imagen que hoy México venera con el nombre de Nuestra Señora de Guadalupe.
Se tiene por costumbre que tales peregrinaciones no sólo incluyan fieles y organizadores, sino danzantes diversos, quienes lideran las procesiones hasta llegar a la Basílica. Dentro de la tradición mexicana está que los niños y niñas que nacen en este día se le pone por nombre Guadalupe, en honor a la Virgen.
