¿Antojo de pan de muerto? tres datos que no conocías de su origen y variedades michoacanas

Esta obra maestra de la panadería mexicana es distinta en cada región del país; en Michoacán destacan dos variedades

Armando Gutiérrez/Javier Velázquez | El Sol de Morelia

  · lunes 31 de octubre de 2022

Javier Guerrero | El Sol de Morelia

Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Además de ser un icono del pan dulce mexicano, el pan de muerto, inspirado en rituales prehispánicos, forma parte fundamental de las ofrendas dedicadas a los Fieles Difuntos, pero sobre todo de esta singular época en la que los mexicanos celebramos a los muertos.

El término “pan de muerto” se refiere a todos aquellos panes que son colocados en las ofrendas en honor ceremonial a los difuntos y depende de las zonas del país y los ingredientes con que estos son elaborados.

Con esta tradicional delicia, la celebración de los difuntos se convierte en un banquete mortuorio, donde los productos cultivados en el campo permiten la elaboración de una obra maestra de la panadería mexicana.

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El origen

De acuerdo con el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), las ofrendas de muertos tienen su origen en las culturas prehispánicas.

Una ofrenda similar a la actual de Día de Muertos era la de la diosa Cihuapipiltin, dedicada a las mujeres que morían del primer parto. Se creía que rondaban por el aire causando enfermedades entre los niños, por lo que se les hacían regalos en el templo o en las encrucijadas del camino. Las ofrendas consistían en “panes” de diversas figuras como mariposas o rayos (xonicuille) hechos a base de amaranto y “pan ázimo” que era un pan de maíz seco y tostado.

El equivalente al pan de muerto como ahora lo conocemos sería el “huitlatamalli”, que era una especie de tamal. En la época prehispánica se hacía la “papalotlaxcalli” o pan de mariposa, que era exclusivo de esta ceremonia. Al parecer era como una tortilla a la cual se le imprimía a la masa aún cruda un sello en forma de mariposa, una vez cocida, se pintaba de colores.

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En la ofrenda de Día de Muertos hay elementos que originalmente no existían y que se introdujeron cuando se mezclaron las celebraciones católicas; por ejemplo, el pan de muerto representa la eucaristía, y la flor de cempasúchil la guía de los difuntos en su camino.

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LOS INGREDIENTES

• Huevo

Harina

• Manteca o mantequilla

Azahares

• Ralladura de naranja

Azúcar

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Variedad michoacana

En Michoacán destacan dos variedades: el pan de ofrenda, hecho con harina de trigo, levadura de soya, azúcar y sal; se le da la forma de diferentes figuras como vírgenes, animales y campesinos. En estos panes los habitantes ponen toda su creatividad, ya que en la masa cocida pintan figuras, flores e incluso el nombre de los difuntos.

También el pan de hule, similar al pan de muerto más conocido pero moreno, redondo y brilloso. Lleva en la superficie dedicatoria al esposo, al novio o a la suegra.

Las “ánimas o animitas” son tradicionales de Maravatío y tienen formas humanoides (tipo galletas de jengibre); llevan glaseado blanco y al igual que en Oaxaca, los niños que fallecieron son representados con un puñadito de azúcar rosa en el centro.

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También se elabora un pan llamado rosqueta, hecho con hojas de plátano, anís y piloncillo; sin olvidar el pan de ofrenda conocido como “La rodilla de Cristo”, que es un pan redondo reventado con azúcar rosa que representa las heridas de Jesús.

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PARA SABER

El pan de muerto representa la eucaristía, y la flor de cempasúchil la guía de los difuntos en su camino.

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El pan perfecto

Huevo, harina, manteca o mantequilla, azahares, ralladura de naranja y mucha azúcar son parte de los elementos para crear el pan de muerto perfecto, esa esponjosa y deliciosa pieza que año con año se vende en cientos de panaderías para que sea parte del altar que los mexicanos les ponen a los que ya se fueron.

Don Oliverio Cruz Gutiérrez, quien es dueño de la panadería Los Olivos, indica que la preparación parece simple, pero es muy complicado realizar este pan, ya que, señala, es ceremonial, por lo que debe tener un sabor y un toque diferente al resto, como lo son las conchas, cuernos, mantecadas, por mencionar algunos.

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El también empresario refiere que generar la masa para el pan es parte del secreto de un buen resultado y aunque añade que en internet existen muchas recetas para hacerlos, su receta especial ha mejorado el producto que ofrece año con año.

En una mesa larga y llena de harina, extiende aquella masa que huele a mantequilla y platica que se le agrega "tantita" ralladura de naranja, porque menciona que es fundamental que al morder el pan, el migajón deba contar con ese toque ácido para contrarrestar la gran cantidad de azúcar que lleva en toda su cubierta.

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Aunque es un pan que comienza a aparecer desde finales de septiembre y se desvanece hasta mediados de noviembre, el panadero explica que se le invierte alrededor de 200 a 400 pesos para crear un aproximado de 15 a 20 piezas, las cuales tienen costos diferentes, de acuerdo a cada espacio.

Cruz Gutiérrez explica que mientras algunas panaderías ofrecen desde nueve pesos este tipo de piezas, mismas que no tienen grandes dimensiones, se pueden encontrar con otras que tienen costos de 150 o 160 pesos, esto al tener dimensiones más amplias, sin embargo, comentó que es parte de este proceso de creación del pan.