El próximo 23 de febrero se conmemora el Día del Compromiso Internacional del Control del Mercurio, elemento químico de aspecto plateado y líquido que encontramos comúnmente en los termómetros, pero ¿sabías que se usa en muchos otros objetos?
El mercurio está presente en la vida diaria más de lo que nos imaginamos, se usa en termómetros, barómetros, manómetros, esfigmomanómetros, válvulas de bombas de vacío, interruptores, lámparas fluorescentes, baterías, en instrumentos para la medición de radiación infrarroja e incluso en algunos países aún hacen amalgamas odontológicas.
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El mercurio es tóxico
De acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la inhalación, exposición cutánea o ingestión de mercurio ocasiona trastornos neurológicos y del comportamiento, como temblores, insomnio, pérdida de memoria, efectos neuromusculares, cefalea y disfunciones motoras.
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El mercurio en la antigüedad
En la actualidad se sabe que la exposición a los vapores de mercurio ocasiona graves daños a la salud, pero ese conocimiento se ignoraba en la antigüedad y el metal era utilizado sin reservas.
Se ha documentado el hallazgo de mercurio en tumbas del antiguo Egipto que datan del año 1500 antes de Cristo. Igualmente en China lo usaban con la creencia de que prolongaba la vida, curaba fracturas y conservaba la buena salud.
También se descubrió mercurio dentro de la tercera pirámide más grande de Teotihuacán; en la antigua Grecia lo usaban como ungüento; en Roma como cosmético; alquimistas creían que con el mercurio se formaron todos los metales.
Propiedades del mercurio
Contrario a lo que algunos creen, el mercurio comparado con otros metales es un mal conductor de calor, sin embargo es un buen conductor de electricidad.
Otra cualidad importante es que su punto de ebullición es de 356 centígrados; además disuelve otros metales como el oro y la plata, pero no el hierro, el cual es utilizado precisamente para transportarlo.
