El apodo del “Bambú” que lleva impreso en todas sus presentaciones no es una casualidad, pues explica que se trata de una planta que durante los primeros años no crece en la superficie, sino que echa raíz por dentro, metáfora que ha aplicado a lo que ha sido su carrera deportiva.
“Los primeros años no pude lograr los objetivos que me había planteado, iba a un torneo, me caía y me levantaba. Aunque estaba entre los diez mejores boxeadores del país, fue hasta el 2021 que conseguí ser el mejor, entonces así es en la vida también, hay que ponerse de pie cuantas veces sea necesario”.
El papá del “Bambú” también dedicó una parte de su vida al boxeo y es por ello que, desde niño, Julio Gómez refiere que tenía la curiosidad de ponerse los guantes para practicar esa disciplina, por lo que a los doce años ya se encontraba golpeando sacos y campanillas en el club Guerreros Morelia.
“Desde que entré me gustó y fue por eso que me quedé. En todos estos años el boxeo me ha dado mucha disciplina, fortaleza mental y física, además de aprendizajes que he sabido llevar a otros terrenos de la vida, sobre todo el ser persistente en lo que hago porque así es como se llega al éxito”.
Si bien no califica como un sacrificio la vida que ha entregado al deporte, el joven de 20 años detalla que el ser atleta es un proceso en el que se aprende a ser responsable con sus compromisos y a priorizar, pues argumenta que nunca antepone fiestas por sus entrenamientos.
Abunda que lo mismo ha dejado pasar convivencias con amigos que cumpleaños personales o celebraciones como la de Año Nuevo, ya que insiste que es la perseverancia uno de los principales elementos que tiene en su organigrama de trabajo.
“En la preparatoria me tuve que abstener de muchas fiestas, pero para mí no era un sacrificio o un pesar no haber estado ahí, ya que yo sabía que eso era algo que no iba a llenar mi trayectoria de deportista ni que tampoco me iba a ayudar a alcanzar mis sueños y metas”.
Tras haber alcanzado el profesionalismo, el “Bambú” Gómez expone que ahora buscará llegar a unos Juegos Olímpicos, pues aunque sabe que el camino para París 2024 es complejo, aclara que el objetivo lo estaría centrando para el ciclo del 2028.
Aunado a esto, subraya que tiene interés de seguir representando a México en competencias internacionales como ya lo ha hecho en el pasado, por lo que otra justa que tiene en la mira son los Juegos Panamericanos de Chile 2023.
Respecto al panorama que observa en el boxeo michoacano, considera que se ha tenido un crecimiento considerable en los últimos años, de tal manera que se atreve a afirmar que en un periodo de cinco años el estado puede llegar a tener varios campeones mundiales.
“Cuando se empieza en el boxeo es difícil encontrar los apoyos, pues es muy raro que te los ofrezcan cuando no tienes una trayectoria, entonces te tienes que sostener con lo que te otorga tu familia o conocidos. Posteriormente, ya que te consolidas con campeonatos, es más sencillo pedir el respaldo de los gobiernos y hasta patrocinios con las empresas”.
En este sentido, Julio Gómez recomienda a los chicos que desean introducirse al mundo del pugilismo que no dejen de entrenar y que también sean conscientes de que se presentarán adversidades, pero la clave, asevera, está en no caer en desmotivaciones y entender que con el tiempo se puede llegar a la gloria.
El ganador del Festival Olímpico y campeonatos estatales y regionales, también se ha ido convirtiendo en un referente del fraccionamiento Villas del Pedregal, donde lo ven como un ejemplo de lo que se puede lograr con base al esfuerzo.
“Es algo que me motiva, ya que no solamente soy el único que cree en mí, sino que ahora ya hay otras personas que también lo hacen y eso es algo gratificante porque a final de cuentas el boxeo es lo que a mí me apasiona”.