/ lunes 6 de mayo de 2019

Normalizar las lenguas, la opción

Especialista propone un método distinto para la enseñanza y profesionalización del idioma autóctono

MORELIA, Mich.- En entrevista exclusiva para El Sol de Morelia, la cocinera tradicional originaria de Tarecuato, Alicia Mateo Manzo, quien en la actualidad también imparte clases en la Escuela Nacional de Estudios Superiores UNAM campus Morelia, explicó el interesante proceso que la llevó a la “Normalización de la lengua purépecha”, propuesta con la que se da la profesionalización y certificación escrita de su lengua materna, con el fin de que no desaparezca.


Muchos de los hablantes no tienen la oportunidad de comprender su idioma por escrito, sólo lo hablamos desde niños, por eso cuando uno es joven no es consciente de esto, todo es tradición oral; mi familia es hablante purépecha, sin embargo los vecinos eran de Tingüindín y no lo hablaban, y como a los ocho años de edad comencé a jugar con ellos y aprendí algo de español, pero fue hasta que llegue a la Universidad Don Vasco que comprendí el compromiso de conservar mi lengua


Una vez que comenzó su preparación superior, se percató que no tenía conocimientos para escribir su lengua materna, fue gracias a un curso de purépecha escolar que nació su persistencia en escribirlo. “Yo llegue sin saber escribir el purépecha, pero tuve mi primera experiencia con la escritura en el idioma en un curso sobre purépecha, afortunadamente no viví discriminación, ya que mi generación fue de las primeras en obtener reconocimiento académico”, señaló.

Sin embargo, fue hasta que radicó en Zamora que perfeccionó su escritura, “con María Villavicencio, lingüista del Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social, hacíamos traducciones de algunas palabras; fue el primer paso que di en la comprensión de mi idioma y no sólo el hablarlo”.

Una vez que le entusiasmó la escritura de su lengua materna, se inscribió en varios diplomados, cursos y certificaciones, como el de Gramática purépecha y el de Lingüística purépecha en la Escuela de Letras Hispánicas de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, y otro más en el Departamento de Idiomas, así como un Seminario Internacional de Lenguas Indígenas “Pueblos indígenas, derechos indígenas y la profesionalización de intérpretes en contextos multiculturales y multilingües”, este último por parte del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas en coordinación con la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, en la Ciudad de México.

Su carrera profesional le permitió trabajar en la Universidad Intercultural de Michoacán, donde existen dos perfiles de alumnos: el primero bajo una carga curricular donde la mayoría habla el purépecha, y otro donde entraban aquellos que tenían por primera lengua el español, con lo cual obtuvo una visión diferente de trabajar con hablantes y no hablantes, impregnándose de dos enfoques distintos

.

En esta experiencia visualicé dos de los principales problemas como hablante y profesionista purépecha, el primero es con las políticas públicas, las cuales no integran en la educación el aprendizaje en purépecha, dando como consecuencia que el idioma se pierda, surgiendo el otro problema en los alumnos purépecha-hablantes, la carencia de la escritura de su propia lengua materna por ser transmitida de manera oral y problemas con el idioma español, siendo todo un reto su aprendizaje


En su paso por esta institución, al observar que a los jóvenes hablantes se les dificultaba la expresión escrita del purépecha y la oral del español, propuso una metodología de enseñanza en el aula pero en purépecha, pues el contenido de los libros de educación básica está en español.

Lo que Alicia Mateo propuso es enseñar las materias en purépecha incluyendo contenidos culturales porque “no todo el tiempo estamos inmersos en lo local; también podemos hablar de cuestiones globales, dicen hay que enseñar su escritura en las comunidades, pero sirve más en las aulas y por eso hay que saber escribirlo”.

Su labor de preservación de esta lengua emprendía un alcance inimaginable desde que se certificó en la interpretación y traducción de su lengua por el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, donde contó con el apoyo de Fernando Nava, quien es doctor en Lingüística. Se logró juntar a diferentes grupos indígenas de la República y en el caso de Michoacán, el maestro Celerino Felipe fue quien los convocó.

Gracias a este trabajo en conjunto de hablantes y certificación de intérpretes, Alicia Mateo pudo tener en claro que es necesaria la “normalización del purépecha” para después transmitirlo y que no se extinga, que es escribir la palabra mediante un consenso de hablantes, aunque cada comunidad tenga su manera de decirla, “no se puede hablar de regionalismos porque vimos que cada pueblo tiene sus variantes, pero sí podemos identificarlas y entablar un diálogo; con el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas ha habido intentos de normalizar las lenguas indígenas, es decir, que nos vamos a poner de acuerdo para ver en qué grafías vamos a representar los sonidos del purépecha”.

Aseguró que su trabajo también le ha generado diversas críticas, ya que se le ha acusado de estandarizar el purépecha con el afán de que “todos hablemos igual”, por ello señaló como necesario que todas las comunidades identifiquen sus sonidos y los escriban, pero para que haya equilibrio hay que seguir ciertas reglas para establecer qué grafía está representando un sonido.



Cada quien puede escribir su variante, pero teniendo reglas de escritura, así lograremos como pueblo purépecha que un hablante de Tarecuato lea un escrito de Angahuan y todos podamos entenderlo. La gente se resiste a eso porque piensan que con eso el purépecha se va a estandarizar, pero así como en el español no se habla igual en México o España, sus libros si están escritos bajo unas mismas reglas y eso no afecta el estilo de hablar


Gracias a su preparación, el Grupo Nuu la invitó a formar parte del proyecto que creó la aplicación “Vamos a aprender purépecha”, disponible para teléfonos móviles y tabletas, quienes a través del Laboratorio de Ciudadanía Digital ofrecen un recorrido por la vida del pueblo purépecha, en diferentes contextos, con animaciones hechas a mano. La app es un vocabulario muy general y básico para principiantes, contiene cuestiones como saludos, números, fiestas, y lugares comunes como la cocina, escuela y hospitales; además cuenta con una sección adicional si se tiene duda de alguna palabra.


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MORELIA, Mich.- En entrevista exclusiva para El Sol de Morelia, la cocinera tradicional originaria de Tarecuato, Alicia Mateo Manzo, quien en la actualidad también imparte clases en la Escuela Nacional de Estudios Superiores UNAM campus Morelia, explicó el interesante proceso que la llevó a la “Normalización de la lengua purépecha”, propuesta con la que se da la profesionalización y certificación escrita de su lengua materna, con el fin de que no desaparezca.


Muchos de los hablantes no tienen la oportunidad de comprender su idioma por escrito, sólo lo hablamos desde niños, por eso cuando uno es joven no es consciente de esto, todo es tradición oral; mi familia es hablante purépecha, sin embargo los vecinos eran de Tingüindín y no lo hablaban, y como a los ocho años de edad comencé a jugar con ellos y aprendí algo de español, pero fue hasta que llegue a la Universidad Don Vasco que comprendí el compromiso de conservar mi lengua


Una vez que comenzó su preparación superior, se percató que no tenía conocimientos para escribir su lengua materna, fue gracias a un curso de purépecha escolar que nació su persistencia en escribirlo. “Yo llegue sin saber escribir el purépecha, pero tuve mi primera experiencia con la escritura en el idioma en un curso sobre purépecha, afortunadamente no viví discriminación, ya que mi generación fue de las primeras en obtener reconocimiento académico”, señaló.

Sin embargo, fue hasta que radicó en Zamora que perfeccionó su escritura, “con María Villavicencio, lingüista del Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social, hacíamos traducciones de algunas palabras; fue el primer paso que di en la comprensión de mi idioma y no sólo el hablarlo”.

Una vez que le entusiasmó la escritura de su lengua materna, se inscribió en varios diplomados, cursos y certificaciones, como el de Gramática purépecha y el de Lingüística purépecha en la Escuela de Letras Hispánicas de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, y otro más en el Departamento de Idiomas, así como un Seminario Internacional de Lenguas Indígenas “Pueblos indígenas, derechos indígenas y la profesionalización de intérpretes en contextos multiculturales y multilingües”, este último por parte del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas en coordinación con la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, en la Ciudad de México.

Su carrera profesional le permitió trabajar en la Universidad Intercultural de Michoacán, donde existen dos perfiles de alumnos: el primero bajo una carga curricular donde la mayoría habla el purépecha, y otro donde entraban aquellos que tenían por primera lengua el español, con lo cual obtuvo una visión diferente de trabajar con hablantes y no hablantes, impregnándose de dos enfoques distintos

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En esta experiencia visualicé dos de los principales problemas como hablante y profesionista purépecha, el primero es con las políticas públicas, las cuales no integran en la educación el aprendizaje en purépecha, dando como consecuencia que el idioma se pierda, surgiendo el otro problema en los alumnos purépecha-hablantes, la carencia de la escritura de su propia lengua materna por ser transmitida de manera oral y problemas con el idioma español, siendo todo un reto su aprendizaje


En su paso por esta institución, al observar que a los jóvenes hablantes se les dificultaba la expresión escrita del purépecha y la oral del español, propuso una metodología de enseñanza en el aula pero en purépecha, pues el contenido de los libros de educación básica está en español.

Lo que Alicia Mateo propuso es enseñar las materias en purépecha incluyendo contenidos culturales porque “no todo el tiempo estamos inmersos en lo local; también podemos hablar de cuestiones globales, dicen hay que enseñar su escritura en las comunidades, pero sirve más en las aulas y por eso hay que saber escribirlo”.

Su labor de preservación de esta lengua emprendía un alcance inimaginable desde que se certificó en la interpretación y traducción de su lengua por el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, donde contó con el apoyo de Fernando Nava, quien es doctor en Lingüística. Se logró juntar a diferentes grupos indígenas de la República y en el caso de Michoacán, el maestro Celerino Felipe fue quien los convocó.

Gracias a este trabajo en conjunto de hablantes y certificación de intérpretes, Alicia Mateo pudo tener en claro que es necesaria la “normalización del purépecha” para después transmitirlo y que no se extinga, que es escribir la palabra mediante un consenso de hablantes, aunque cada comunidad tenga su manera de decirla, “no se puede hablar de regionalismos porque vimos que cada pueblo tiene sus variantes, pero sí podemos identificarlas y entablar un diálogo; con el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas ha habido intentos de normalizar las lenguas indígenas, es decir, que nos vamos a poner de acuerdo para ver en qué grafías vamos a representar los sonidos del purépecha”.

Aseguró que su trabajo también le ha generado diversas críticas, ya que se le ha acusado de estandarizar el purépecha con el afán de que “todos hablemos igual”, por ello señaló como necesario que todas las comunidades identifiquen sus sonidos y los escriban, pero para que haya equilibrio hay que seguir ciertas reglas para establecer qué grafía está representando un sonido.



Cada quien puede escribir su variante, pero teniendo reglas de escritura, así lograremos como pueblo purépecha que un hablante de Tarecuato lea un escrito de Angahuan y todos podamos entenderlo. La gente se resiste a eso porque piensan que con eso el purépecha se va a estandarizar, pero así como en el español no se habla igual en México o España, sus libros si están escritos bajo unas mismas reglas y eso no afecta el estilo de hablar


Gracias a su preparación, el Grupo Nuu la invitó a formar parte del proyecto que creó la aplicación “Vamos a aprender purépecha”, disponible para teléfonos móviles y tabletas, quienes a través del Laboratorio de Ciudadanía Digital ofrecen un recorrido por la vida del pueblo purépecha, en diferentes contextos, con animaciones hechas a mano. La app es un vocabulario muy general y básico para principiantes, contiene cuestiones como saludos, números, fiestas, y lugares comunes como la cocina, escuela y hospitales; además cuenta con una sección adicional si se tiene duda de alguna palabra.


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