Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Antes de soltar una carcajada María Eugenia Torres Alanís asegura que “más que una casa más bien tengo un rastro”, y es que en el patio de su casa cuelgan, por lo menos, cinco estructuras de toritos de petate.

Desde niña adquirió el gusto por los toritos de petate por su madre, una maestra que buscó preservar las tradiciones y que en este caso lo logró, ya que los hijos y nietos de María Eugenia están involucrados en la elaboración de estas figuras.

María Eugenia pide a sus nietos que muestren las figuras que decoran a su torito, llamado el Misterioso, las cuales están hechas con cartón, alambre y papel picado, materiales lo suficientemente resistentes y ligeros a la vez para que el toro no supere los 70 kilos de peso.

Sólo es cuestión de horas para que el Misterioso salga de nuevo a las calles del Centro Histórico de Morelia para bailar una vez más, luego de dos años de espera.