Los trabajadores de la industria del plástico, otro daño colateral

En los intentos por legislar en el estado y de los municipios por regular el uso de las bolsas en los comercios, provocó que sacaran iniciativas y reglamentos llenos de ignorancia: Héctor Tinoco Garduño

Silvia Hernández | El Sol de Zamora

  · martes 4 de febrero de 2020

Foto: Mariana Luna | El Sol de Morelia

MORELIA, Mich. (OEM-Infomex).- Michoacán, de acuerdo con el registro de la Asociación Nacional de la Industria del Plástico (ANIPAC), ocupa el noveno lugar por número de empresas en el ramo, con 95.

Aunado a ello, se recurrió a la toma de decisiones en la ampliación de la línea de producción, incorporar aditivos y elementos vegetales para acercarse lo más posible a lo biodegradable, de lo contrario los riesgos son latentes y amenazantes para el gremio y la generación de empleo.

En este caso se encuentra Industrializadora de Plásticos y Flejes, que es una de las ocho industrias ubicadas en Ciudad Industrial (CIMO), dedicada a la fabricación de productos de plástico como son mangueras, acolchados y bolsas en diverso tipos y tamaños, administrada por Héctor Tinoco Garduño; la cual opera desde hace dos décadas.

En esa factoría, cada mes se producen un promedio de 450 toneladas de los productos mencionados con anterioridad, de los cuales 180 toneladas corresponde a bolsa de diversos tipos (almácigo, grado alimenticio, en rollo y camiseta), tamaños y calidades.


Alternativas viables

Héctor Tinoco Garduño, empresario moreliano y expresidente de la Cámara Nacional de la Industria y la Transformación (Canacintra) delegación Morelia, reconoció que en los intentos por legislar en el estado y de los municipios por regular el uso de las bolsas en los comercios, provocó que “sacaran iniciativas y reglamentos llenos de ignorancia”.

Ni el 50 por ciento de los fabricantes agregan aditivos o polímeros auténticos, sólo se imprime el sello “biodegradable” para endulzar el oído de los consumidores y seguir vendiendo. Ni en precios ni en características, se trata de un producto que se vaya a eliminar de manera rápida, aseguró.

A mediados de 2019, en dicha empresa se detuvo la comercialización de la bolsa de camiseta, durante un lapso se quedaron 40 toneladas sin poder salir al mercado.


Preocupación a perder el empleo

María Elena Aguilar Camarena y José Eduardo Cano Pérez, de 54 y de 31 años de edad, son obreros en este segmento de la industria del plástico en la capital michoacana. Ambos expresaron su preocupación en torno a la crisis que pudiera generarse en las empresas por la prohibición total del plástico de un solo uso, aunque se expresaron confiados por el respaldo patronal.

Desde hace nueve años, en una jornada de ocho horas diarias, en el turno matutino, se dedica a la elaboración, enrollar y empaque de bolsa.

“En parte estoy preocupado, francamente con estas iniciativas siento que muchos nos vamos a quedar sin trabajo; pero probablemente los patrones ya tengan algún plan para no dejarnos sin trabajo a tantas personas, es preocupante en el ámbito laboral”, dijo esperanzado.