Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- Habitantes de los municipios de Tierra Caliente azotados por la violencia del crimen organizado, lanzaron un llamado de auxilio a organismos internacionales de derechos humanos con el fin de que intercedan ante el gobierno de México para que actúe y regrese la paz a esa región.
En un escrito fechado el 22 de agosto y dirigido a la opinión pública, los pobladores indican que “hemos decidido levantar la voz” y piden a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos y todos los organismos internacionales de derechos humanos que volteen hacia esa parte del territorio michoacano.
En el documento les solicitan que, en la medida de sus posibilidades, intercedan por ellos para que el gobierno de México haga algo “por frenar el escenario de sangre en el que nos encontramos envueltos”.
Los pobladores señalan que, desde hace dos años, pero con mayor crueldad en las últimas semanas, se han quedado en medio de una sanguinaria ofensiva del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), en la que por un lado, miles de familias han tenido que abandonar sus hogares y su patrimonio construido por décadas, ante las amenazas, ataques y asedio del crimen organizado.
“Por otro, también estamos quienes hemos recibido a esas familias desplazadas y que han huido a diferentes municipios para refugiarse y buscar ayuda humanitaria”, manifiestan.
Agregan que los municipios de Coalcomán y Tepalcatepec han sido el blanco de los criminales que, sin razón, han robado a los habitantes la tranquilidad, el ganado, sus cultivos, sus casas, el alimento, y en algunos casos la vida.
Denuncian que, como sociedad, han sido víctimas, “pero también solidarios con nuestros hermanos”, ante el abandono de los gobiernos estatal y federal.
“Nosotros no somos criminales. Somos seres humanos que en este momento nuestro único alimento y el pan de cada día, son las balas asesinas que también roban el sueño a nuestros hijos”, destacan en el texto.
Aseguran que cada vez hay menos alimentos y menos posibilidades de salir vivos de esta situación, ya que o los matan los criminales, o en poco tiempo el hambre y hasta el Covid-19, porque las familias tienen que vivir hacinadas en refugios, bodegas o casas, “así que no les sorprenda una masacre”, alertan.
Sostienen que cada vez hay menos comida, menos comercios abiertos y más familias en la desprotección; consideran que están en un estado de guerra en el que impera el que tiene mejores armas como pasa en otras partes bélicas del mundo.
“Por eso es que rogamos, a nombre de los habitantes de los municipios atacados, la intervención pronta de la Organización de las Naciones Unidas y de los organismos internacionales, así como una vez más, del Estado Mexicano, para que intervengan y frenen la violencia antes de que sea muy tarde”, advierten.
También demandan que se atienda a las miles de familias que han quedado en el abandono, entre ellos, muchos niños de ciudadanía estadunidense que no tienen dónde dormir, ni dónde comer ni vivir.
“Nosotros no queremos más muertos, más heridos, ni más familias desplazadas, porque no somos gente de armas. Somos agricultores, amas de casa, niños, profesionistas, comerciantes, jóvenes, estudiantes, jornaleros, ancianos y mujeres que lo único que defendemos es una vida digna, en paz y en libertad”, finalizan.