Morelia, Mich. (OEM Infomex). – El objetivo de obtener el testimonio del perito que practicó la necropsia al cuerpo de Jessica González fue confirmar la crueldad y saña con que la joven maestra fue asesinada el año pasado. Así lo dejó ver su madre, Verónica Villaseñor, después del desahogo de prueba realizado la noche del martes, momento en que se ratificó que hubo 31 golpes registrados en el cuerpo de la víctima, cuyo presunto asesino es Diego Urik, hoy preso.
Acompañada de su esposo y su hijo, lamentó que la justicia dé tantas concesiones al imputado, pese al conjunto de pruebas en su contra e incluso a la aceptación del delito, pues recordó que la defensa de Diego busca el método abreviado para una reparación del daño y por ende la reducción de la condena.
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“Siempre encuentran un hilito de dónde jalar, eso es lo que nos están demostrando (…) se supone que todos tenemos acceso a los derechos humanos, pero en este caso solo se los conceden a él, derecho a meter amparos y más amparos, tomar tiempo y que esto se alargue”, condenó.
Dijo sentir impotencia ante un proceso legal atascado en recursos interpuestos por la defensa que impiden el arranque del juicio, “nuestras leyes dan pie a que esto continúe, que siga creciendo. Yo podría estar en mi casa, pero quiero demostrar que la maldad está cerca de todos nosotros”.
Recordó que ha transcurrido casi un año desde el feminicidio de su hija, tiempo en el cual se ha avanzado en la investigación, pero no en el proceso para enjuiciar a Diego. De momento, continúan vigentes dos amparos interpuestos por la defensa: uno en rechazo a la vinculación a proceso por el delito de feminicidio, y otro relativo al juicio abreviado, el cual solo puede ser determinado por la Fiscalía.
Cristo González, hermano de Jessica, reiteró que la familia no va a descansar hasta que se logre la pena máxima contra Diego Urik, pues “si podemos detener a un hombre que allá afuera puede matar a más mujeres, lo vamos a hacer, porque si lo dejamos libre, si los jueces lo dejen libre, es soltar a un feminicida”.
Recordó que entre el cuerpo de los ocho defensores del agresor hay dos mujeres, lo que no termina de entender: “¿Cómo te atreves a defender a una persona que mató a una mujer sin una razón, que podría matar a tu hija, a tu hermana?”
Finalmente, Verónica aseguró que la familia ha soportado todo en el proceso, incluyendo que al momento de la comparecencia del perito no se les permitía ingresar a la sala, bajo el argumento de que no estaban previamente acreditados. “Diego no le dio tregua a mi hija, y aún así mi hija se defendió. Nosotros como familia hacemos exactamente lo mismo, pero el único que tiene todos los derechos es él”.
