El Centro Nicolaita de Estudios de Pueblos Originarios no está muerto, gracias a la visión de Amaruc Lucas Hernández, quien desde hace dos años rescata el trabajo de esta institución de investigación.
Previo a la muerte de Irineo Rojas, el entonces llamado Centro de la Cultura Purépecha, venía trabajando de manera óptima, sin embargo tras la muerte del doctor Rojas, las labores de este centro se descuidaron durante 2015 hasta 2017. Fue a la llegada de Lucas Hernández que se continuó con el legado que realizó el doctor.
“El centro abrió sus puertas ante la necesidad de continuar la labor que por más de 30 años realizó en ese entonces el llamado Centro de Investigación de la Cultura Purépecha de la Universidad Michoacana de San Nicolás Hidalgo, bajo la dirección del doctor Irineo Rojas”, señaló en entrevista exclusiva para El Sol de Morelia, Amaruc Lucas Hernández, actual director del Centro Nicolaita de Estudios de Pueblos Originarios.
Se fundó como cualquier otro instituto académico, bajo cuatro líneas fundamentales: la docencia, la investigación, la difusión y extensión universitaria
Para Lucas Hernández, gracias a estas cuatro líneas de investigación, este centro se refundó bajo otro nombre: el Centro Nicolaita de Estudios de Pueblos Originarios.
Desde un inicio se estableció un vínculo con el Departamento de Idiomas para impartir un curso de purépecha, el cual sigue vigente, lo cual formó parte de los ejes principales del centro de investigación.
“La trayectoria es amplia, la investigación se había planteado en cuatro líneas: la primordial era la lingüística, mediante investigaciones de carácter didáctico sobre la enseñanza del idioma; la segunda, con la histórica, en la cual se realizaban estudios desde diferentes aristas como la economía, la política, religión y cultura”.
La tercera línea tiene que ver con la música, que fue la que tuvo mayor desarrollo, bajo la coordinación de Rocío Prospero junto con otros colaboradores, donde conformaron una serie de producciones bastante amplias acerca de la producción musical de los pueblos originarios.
La cuarta, y última línea, fue sobre la medicina tradicional, donde biólogos, académicos y médicos ubicaron las plantas medicinales que se usaban en los pueblos indígenas de manera ancestral.
LA CERCANÍA CON OTRAS COMUNIDADES
El Centro de Nicolaita depende del Instituto de Investigaciones Históricas, pero se fundó en Pátzcuaro con la intención de retomar los orígenes históricos del Colegio de San Nicolás, que fue fundado por Vasco de Quiroga, en el año de 1540 en esta ciudad, que después del cambio de la orden episcopal en 1580, el Colegio se trasladó a Morelia.
“(El centro) ya no sólo se tiene la intención de trabajar con los pueblos purépechas sino con otros pueblos indígenas como los mazahuas y otomís de la parte Oriente, así como con los pirindas, que viven cerca de la capital michoacana”.
Actualmente entre las actividades que se imparten en este centro, está la certificación de traductores e interpretes en lengua purépecha para aquellas personas que trabajan en asuntos jurídicos. “Certificamos a aquellos que fungen como traductores en los casos de las personas que no pueden defenderse por no hablar el español”.
También se prioriza a las personas que trabajan en el ámbito de la salud,
para que interpreten a los pacientes y así conocer sus síntomas y dar con el diagnóstico correcto
El centro tiene una vinculación con varias universidades para implementar diplomados en las distintas comunidades indígenas, “el primero que realizamos fue con los nahuas del estado, donde se trataron temas relacionados con su medio ambiente y los problemas que surgen con la propiedad de la tierra y sus recursos de los que muchas veces son despojados”.
Este año se imparte otro diplomado titulado “Saberes, enseñanzas y educación del pueblo purépecha”, que es rotativo y los temas abarcan la historia de las comunidades indígenas, la cosmovisión y tradiciones del pueblo purépecha, así como la educación, donde se abordan las problemáticas que se presentan en todos los niveles educativos.
