Morelia, Michoacán. (OEM-Infomex).- El 13 de agosto de 2020, un hombre ahora identificado como José Antonio S. fue sorprendido cuando al interior de su casa violaba sexualmente a un perro. El testigo de los hechos fue su propio vecino, quien lo denunció ante la Fiscalía General del Estado (FGE). Luego de emprender las investigaciones, el pasado 6 de junio un juez de Control lo halló culpable por el delito de crueldad animal, por lo que fue vinculado a proceso y mientras se determina su condena, deberá pasar un periodo mínimo de 45 días en prisión.
La crueldad y el maltrato animal son más comunes de lo que se pudiera pensar en Michoacán, particularmente en Morelia. Hasta mediados de junio del presente año, en la entidad se han recibido 49 denuncias, de las cuales hay siete carpetas judicializadas, es decir, personas presentadas ante un juez por este delito.
Gerardo Jiménez Gutiérrez, titular de la Unidad de Investigación y Persecución del Delito de Maltrato Animal en la Fiscalía General del Estado (FGE), admite en entrevista que la cultura ciudadana para denunciar este tipo de actos va en aumento, lo que permite a la autoridad actuar con más elementos jurídicos.
En el segundo semestre de 2020, ya creada dicha división interna en la Fiscalía, se recibieron 37 denuncias, mientras que en el primer semestre de 2021 la cifra ya se rebasó y llega a los 49 casos. A esas denuncias formales habría que agregar reportes ciudadanos que reciben constantemente en dicha unidad, perteneciente a la Fiscalía Especializada en Combate a los Delitos del Medio Ambiente y la Fauna.
Existen tres tipos de delitos al respecto: maltrato, crueldad y prácticas lucrativas, como las peleas de perros. El maltrato abarca actos como la omisión, casos donde, por ejemplo, una mascota es abandonada en la azotea de una casa o no se le brindan los alimentos ni se le procura la higiene. La crueldad se refiere a actos puntuales de violencia física, donde un ser humano golpea, hiere o infringe dolor a alguna especie.
Para denunciar este tipo de delitos, hay tres mecanismos para la ciudadanía. Uno es a través de la página en Internet de la Fiscalía donde se llenan campos prediseñados y de inmediato se pueden tomar acciones. Una segunda opción es la llamada telefónica al Ministerio Público (322 36 00 extensión 1552), donde se reciben todos los datos del caso, y finalmente de forma presencial en las oficinas ubicadas en Periférico Paseo de la República número 5000.
De acuerdo a la ley actual, las penas por la crueldad animal pueden ser hasta de dos años en prisión, mientras que el maltrato contempla 18 meses como máximo. Además, hay castigos como multas económicas y otros criterios que se resuelven en la instancia de Solución de Controversias, donde se le da prioridad al bienestar del animal.
En 2019, cuando no existía esta Unidad de la FGE, solo se había judicializado un caso en todo el estado, para 2020 la cifra subió a cinco y en lo que va del 2021 hay siete personas que ya fueron llevadas ante un juez.
Jiménez Gutiérrez apunta que la referida unidad está ubicada en Morelia porque es la ciudad donde más se tienen casos de maltrato y crueldad, casi el 90%. Sin embargo, para atender en otros municipios cuenta con el apoyo de las unidades regionales de la Fiscalía.
Matanza de gatos, sin resolver
Uno de los casos más visibles al respecto ocurrió el pasado 18 de abril, cuando los propietarios del refugio “La Casa que Maúlla” denunciaron la matanza de nueve gatos en sus propias instalaciones. A decir de los cuidadores, se trató de un acto premeditado, ya que en la escena encontraron un mensaje escrito dirigido a los animalistas.
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A dos meses de distancia, Lorena Ibarra, trabajadora de este lugar, no está conforme con las averiguaciones de la FGE, pues recuerda que los agentes tardaron casi 14 horas en llegar a la escena del crimen y desestimaron probables pruebas como un recado amenazante escrito en una hoja, además de tijeras abandonadas en el mismo sitio y tres cuchillos sustraídos.
“Al final prácticamente nos echaron la culpa, dijeron que fueron perros a nuestro resguardo los que mataron a los gatitos y al momento de poner la denuncia, una de las trabajadoras del MP juzgó a un joven del refugio por su forma de vestir, insinuando que él podría ser el indiciado solo por su aspecto”.
Más allá de las denuncias registradas por la FGE, Lorena Ibarra dice que en La Casa que Maúlla atienden en promedio a 8 gatos maltratados por semana, aunque en la más reciente la cifra se disparó a 28. “Llegan en diferentes circunstancias, algunos que son encontrados en el abandono, pero hay casos extremos donde recibieron un balazo o les mutilan alguna extremidad, como la cola o una de las patas”.
