Morelia, Michoacán (OEM Infomex).- Hoy se conmemora el Día Internacional del Implante Coclear, una celebración que se realiza desde el 2009 para recordar la colocación del primer implante.
El implante coclear es un dispositivo electrónico pequeño y complejo que sirve para estimular el oído de una persona profundamente sorda o que tiene problemas graves de audición. El implante tiene dos secciones: la externa, que se coloca detrás de la oreja y la interna, que se coloca debajo de la piel a través de una cirugía.
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El implante tiene las siguientes partes: un micrófono que capta los sonidos del ambiente; un procesador del habla, que selecciona y organiza los sonidos recibidos por el micrófono; un transmisor y receptor, que reciben señales del procesador del habla y los convierte en impulsos eléctricos, y un conjunto de electrodos, que recogen los impulsos del estimulador y los envían a diferentes regiones del nervio auditivo.
Sin embargo, se debe resaltar que un implante no recupera totalmente la audición, sino que puede dar a una persona sorda una representación útil de los sonidos del ambiente y ayudar a comprender el habla.
Este dispositivo es totalmente diferente a un aparato auxiliar, pues los implantes van alrededor de las partes dañadas del oído y estimulan el nervio auditivo, y con ello se envía la señal al cerebro y las reconoce como un sonido, y el auxiliar solamente amplifican los sonidos para que puedan ser detectado por los oídos dañados.
Los niños y adultos que padezcan de sordera o que tengan dificultades graves para oír, son candidatos a recibir el implante coclear.
Para los niños pequeños que son sordos o con problemas graves de audición, el uso del implante coclear los expone a los sonidos durante un período crítico para el desarrollo de las habilidades del habla y del lenguaje. Según estudios de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, en sus siglas en inglés), han demostrado que los menores que reciben un implante antes de los 18 meses, son capaces de escuchar, comprender el sonido, la música y hablar, a diferencia de los que no recibieron hasta ser mayores.
En cuanto a los adultos que han sufrido una pérdida auditiva completa o parcial en una etapa tardía en su vida, deben volver a hacer terapias para asociar los sonidos que antes no escuchaba o comprendía.