Morelia, Michoacán (OEM-Infomex).- El bullying ha pasado de ser un problema de corte psicológico-escolar a uno que puede alcanzar incluso corte legal y penal.
Los ataques entre estudiantes han pasado de las palabras, la presión e incluso los golpes, a las amenazas o intentos de homicidio, catalogados ya como delitos.
Como ejemplo de lo anterior, baste citar un caso ocurrido en la escuela Hijos del Ejército, donde un niño de sexto año amenazó a una menor de cuarto con una navaja. El hecho afortunadamente no pasó a mayores, pero dejó ver cómo las armas están en manos de los niños y cómo éstos piensan en hacer daño con ellas.
Otro caso que muestra la escalada de la violencia que ha sufrido el acoso escolar es el ocurrido en el vecino estado de Querétaro donde dos niños rociaron de alcohol a un compañero y le prendieron fuego ocasionándole quemaduras de segundo y tercer grado. Lo hicieron, por su condición de indígena, hecho que encierra, discriminación.
En Michoacán, durante el ciclo escolar se registraron 16 casos de violencia o bullying, sobre todo en los últimos grados de Primaria y Secundaria, afirmó el titular del Enlace Jurídico de la Secretaría de Educación del Estado (SEE), Ricardo Díaz Ferreira.
El representante dijo que los expedientes fueron enviados por la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CNDH) y también notificados por los profesores. La mayoría de los casos de violencia ocurrieron en Morelia, Lázaro Cárdenas, Zitácuaro, y un caso en Sahuayo, La Piedad y Tancítaro.
Sin embargo, este número de casos no refleja el total de incidencias, pues cabe la posibilidad de que existan quejas que no estén registradas, apuntó el funcionario. En ese sentido, la titular de la SEE, Yarabí Ávila González, comentó en abril de este año que a la semana llegaban de uno a dos casos de violencia entre alumnos o profesores.
Asimismo, comentó que a través del Consejo Preventivo de la Violencia Escolar en el Estado de Michoacán (Copreveem), u otras instancias se les da seguimiento a los casos “porque la Secretaría no tiene los dientes para poder generar las sanciones correspondientes”.
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El titular de Enlace Jurídico indicó que la mayoría de las violencias registradas tanto físicas como verbales se han detectado entre alumnos, dos casos de profesor a alumno y solo una situación entre maestros, a pesar de que el protocolo no lo considera.
Resaltó que la mayor incidencia se da en el nivel básico, principalmente en la Primaria alta, es decir, los últimos años y en secundaria, mientras que en preescolar no se han presentado situaciones pues consideró que la convivencia es sana.
“Se trata de violencia verbal o física, pero por lo regular es la primera, a lo que llamamos bullying, y eso tiene consecuencias en el desarrollo psicológico (…) los casos se investigan en la CEDH o la Fiscalía, pero la mayoría se concilian, sobre todo entre niños a menos que hubiera un delito”.
De acuerdo a Díaz Ferreira, la violencia puede ser generada por varios factores, como la situación emocional del menor, el ambiente escolar, un problema familiar, videojuegos violentos, la exposición a las redes sociales, lo que escuchan a su alrededor, lo que se vive en las colonias o lo que ven en la televisión.
Casos mediáticos en este ciclo
En diciembre del año pasado madres de familia de la Primaria Libertad en Morelia, denunciaron que un grupo de cuarto año fue agredido verbalmente por dos profesores del mismo año y de primer grado. A este medio llegaron audios de los menores, quienes aseguraron que las maestras les hablaron con groserías e incluso fueron amenazados.
En mayo pasado, una madre de familia de la Secundaria Federal número 4 afirmó que su hija fue golpeada por compañeros de su salón, por lo que tuvo que ser internada en el IMSS para su atención, sin embargo, tanto la SEE, la FGE y autoridades de salud, desmintieron que se trató de una agresión física y por el contrario la alumna presentaba un cuadro de apendicitis.
Recientemente, el 7 de julio una mamá de la escuela Primaria Hijos del Ejército, denunció que su hija de cuarto grado fue amenazada con una navaja por parte de una estudiante de sexto y que el arma blanca fue ingresada a la escuela por un menor de tercer grado.
