Morelia, Michoacán.- Al momento de mantener relaciones sexuales, un aliado importante es el lubricante, pues este ayuda a humedecer la zona y por ende facilita la penetración. En ocasiones las mujeres podrían no humedecer por distintas razones, físicas o mentales; y es ahí donde el lubricante hace su aparición, pero ¿cuál es mejor? Aquí te contamos.
Lo primero que hay que saber es que existen distintos tipos de lubricantes: a base de agua, a base de silicona y a base de aceite. Cada uno con diferente composición, uso y compatibilidad.
Lubricantes a base de agua: esta opción es considerada una de las mejores y más comunes para favorecer la lubricación íntima. Además son versátiles pues funcionan para la práctica de sexo vaginal, oral, con juguetes sexuales, masturbación y su uso con condón. Entre sus beneficios están que son ligeros, fácil de retirar, amigables con la flora vaginal y anal pues no alteran el pH y no mancha.
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Estos se recomiendan en caso de sequedad vaginal o para buscar un embarazo pues no interfieren con la movilidad de los espermatozoides e ideal para personas sensibles o con tendencia a la irritación.
Sus ‘contras’ son que se evapora fácil y hay que reaplicarlo. También que se diluye con el agua.
Lubricantes a base de silicona: su consistencia es más densa. Los beneficios son que es más duradero por que no se absorbe con facilidad, se aplica con menor frecuencia, es hipoalergénica por lo que no debería causar reacciones en las personas. Este se recomienda para la práctica del sexo anal y bajo el agua ya que por ser de textura sedosa propicia sesiones más largas (De igual manera puede aplicarse para el sexo oral y vaginal).
Sus puntos negativos son que para retirarlo es necesario el uso de agua y jabón y no se puede usar a la par con juguetes sexuales de silicona.
Lubricantes a base de aceite: Estos son los de mayor duración y se recomiendan para aplicarlo en juguetes eróticos, para masturbación, sexo anal o en prácticas con agua. Sin embargo es importante mencionar que durante mucho tiempo fueron de los más utilizados, sin embargo en los últimos años su uso ya no se recomienda tanto dado que no es compatible con los preservativos pues puede dañarlos o romperlos. Facilita irritaciones vaginales, son los más difíciles de limpiar y manchan. En caso de preferir esta opción, se recomienda para personas con pareja estable y no para encuentros ocasionales.
Algunas personas recurren al uso de otro tipo de lubricantes, como los caseros, sin embargo no es recomendable el uso de vaselina, aceites para bebé, aceites naturales u otro elemento que tenga textura similar, ya que su composición puede alterar el pH, provocar molestias e irritaciones y afectar la efectividad del látex.
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Cada persona va a decidir cuál es mejor y compatible para la práctica que quiere realizar. En un inicio es recomendable aplicar un poco en la piel del brazo por ejemplo, para descartar irritaciones. Una vez que no hay reacciones negativas, previo a la penetración se coloca en zonas íntimas o juguetes sexuales.
