La Sierra Madre del Sur en Chiapas es el refugio de la Reserva de la Biosfera El Triunfo, que conserva el bosque de niebla y una región de selva tropical húmeda del Soconusco, ecosistemas ricos en biodiversidad.
Fue decretada el 13 de marzo de 1990, con una superficie de 119 mil 177 hectáreas a través de los municipios de Villacorzo, La Concordia, Ángel Albino Corzo, Siltepec, Acacoyahua, Mapastepec, Pijijiapan, Monte Cristo de Guerrero y Escuintla, en la porción central de la Sierra Madre de Chiapas.
La selva tropical húmeda del Soconusco es la única con estas características en todo el Pacífico mexicano y posiblemente de Mesoamérica. La cobertura vegetal de la parte alta actúa como una esponja que capta el agua de las lluvias y la humedad proveniente del Océano Pacífico.
Mientras que el bosque de niebla de esta zona es considerado como el más diverso de Norte y Centroamérica, y es uno de los sitios con el mayor sistema de migración de aves de esas dos latitudes.
Actividades sostenibles
En la reserva hay zonas de amortiguamiento en 28 ejidos, un bien comunal y 338 propiedades privadas en donde existen asentamientos humanos. En esta zona están permitidas y se promueven actividades de uso sostenible de los recursos naturales compatibles con la conservación de la naturaleza, la restauración en zonas de alto riesgo y de protección.
La zona núcleo de la reserva que se encuentra restringida está compuesta por cinco polígonos, y se asienta en terrenos propiedad de la nación, con una extensión de 25 mil 763 hectáreas. Ahí sólo se permiten actividades de protección, investigación científica, de educación y de recreación sin ningún asentamiento humano.
A esta zona en lo alto de la montaña sólo está permitido el ascenso de 60 personas al año, divididas en grupos no mayores a 12 personas, además del personal capacitado: cocineras, guardaparques y personal especializado en primeros auxilios y en el suministro de antídotos en el caso de la mordedura o picadura de alguna serpiente o insecto.
Los grupos se componen por biólogos, ornitólogos, observadores de aves, tesistas, académicos y algunos donantes que cada año ofrecen a El Triunfo los recursos necesarios para mantener su estado de conservación.
Los 60 afortunados suben la pendiente en cinco o seis horas a lo largo de hermosos senderos que permiten apreciar paisajes deslumbrantes entre los verdes vivos que ofrece la copiosa vegetación.
Durante el recorrido mulas transportan el equipaje de los senderistas que al llegar pueden descansar y alimentarse en un campamento; después, al amanecer del día siguiente, salen a conocer nuevas rutas.
Para su conservación, desde 2002, existe el Fondo de Conservación El Triunfo (Foncet), un mecanismo de financiamiento a largo plazo que tiene entre sus objetivo brindar protección a una de las regiones de mayor importancia biológica a nivel nacional.
El Foncet trabaja en la sensibilización ambiental, restauración, vigilancia, manejo del fuego, ecotecnias, ganadería, monitoreo de la calidad de agua, entre otras actividades que se realizan bajo un enfoque de manejo de cuenca, en donde ésta es la unidad básica para la gestión territorial.
No se mata, no se destruye
En entrevista, la directora del Foncet, Ana Valerie Mandri, señaló que “El Triunfo no es diferente a otras áreas naturales protegidas, tenemos amenazas y muchas; una de ellas es la falta de presupuesto, de nada sirve tener áreas como esta sino tenemos guardaparques que la vigilen o para ir a las comunidades y hacer proyectos de educación ambiental”.
Apuntó que el trabajo del Foncet es recabar los recursos necesarios para la conservación, sin embargo, reconoció que cada vez es más lo que se tiene que hacer con el mismo dinero para ello, destacó, “tenemos que coordinarnos más, hacer proyectos mucho más estratégicos”.
Dijo que la reserva cada vez está más amenazada por el crecimiento de la sociedad que demanda agua, madera y luz, lo que se suma a presiones como la minería y la tala ilegal, aunque por otro lado puntualizó: “cada vez hay más gente que sabe que nuestra vida depende de la naturaleza”.
Abundó que El Triunfo cuenta con presupuesto de la Comisión Nacional de Áreas Protegidas, pero dichos recursos cada vez son menores y por si solos no le permitirían a la reserva sobrevivir.
“Espero que el gobierno cada vez ponga más atención a los espacios naturales a nivel municipal, estatal y nacional, a todos los pulmones que nos dan agua y oxigeno, pero también necesitamos una sociedad que participe más con instituciones que se involucran de manera transparente en la conservación, aunque también todos podemos aportar al tener una vida mucho más sana”.
Uno de los fundadores del ejido de Monte Virgen en el municipio de Monte Cristo de Guerrero, Manolo Gómez Pérez, reconoció por su parte que en el pasado se apoyaban actividades como la cacería y la tala de árboles, sin embargo, ahora tienen el conocimiento de la importancia de los yacimientos de agua y de su monitoreo.
“Tenemos un acuerdo para que no se talen árboles, para evitar la cacería, incluso los niños no tienen resorteras, todos sabemos la importancia del cuidado de la naturaleza, aquí no se mata y no se destruye”, afirmó el octogenario.
Este ejido de 46 hectáreas es uno de los que reciben recursos económicos para el cuidado del medio ambiente con la finalidad de que los pobladores puedan allegarse dinero y no se vean en la necesidad de realizar actividades en contra de la naturaleza.
En tanto, mientras toma el emblemático café de la región, sentada en su casa al pie de la montaña, la señora Emma, habitante de Monte Virgen, cuenta que una vez se atoró un venado en la reja de su vecina y aunque algunos vieron la posibilidad de atacarlo lo mejor fue liberarlo como un símbolo del amor que en la región le tienen a la naturaleza pese a sus carencias.
El Foncet cuenta con programas como el impulso a la siembra del café de sombra que evita la deforestación y la implementación de un proyecto piloto de silvopastoreo que es una alternativa de producción bovina que reduce el impacto ambiental.
Un tesoro natural
La Reserva de la Biosfera El Triunfo es considerada una de las Áreas Naturales Protegidas que cuenta con un mayor número de vertebrados terrestres. Con 390 especies registradas, la avifauna presente en la reserva corresponde al 56% de las especies registradas para el estado de Chiapas y 37% de las especies reportadas para el país.
En cuanto a los mamíferos se han reportado 112 especies, lo que corresponde al 56% del total registradas para el estado de Chiapas y 23% del total de mamíferos de México.
De esta manera, El Triunfo es hogar del pavón, quetzal mesoamericano, águila elegante, tucaneta verde, halcón enano, clorofonia corona azul, zopilote rey, tapir, zorra gris, mono araña, pecari de collar, nauyaca, lagartijas, el emblemático puma y el jaguar, el felino más grande del continente.
El tamaño poblacional de este último es bajo, la alta perdida de hábitat y su estado de especie amenazada, son características que hacen que sea una especie prioritaria para la conservación.
Asimismo, cuenta con una gran diversidad de orquídeas, cícadas, plantas primitivas consideradas como fósiles vivientes y árboles de hasta 70 metros de altura, así como helechos arborescentes.
El Triunfo tiene reconocimiento internacional, el 3 de diciembre de 1993 fue inscrito en el Programa El Hombre y la Biosfera de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y es considerado como un Área de Importancia para la Conservación de las Aves. Nelly Segura / Notimex
Datos
-119 mil 177 hectáreas en 9 municipios
-60 personas al año pueden subir al núcleo de la reserva
Frase:
“Incluso los niños no tienen resorteras, todos sabemos la importancia del cuidado de la naturaleza, aquí no se mata y no se destruye”
Manolo Gómez Pérez
Fundador del ejido de Monte Virgen, Chiapas