Pese a cancelación del carnaval, toritos de petate se preparan para bailar

Aunque se anunció el pasado 2 de febrero la suspensión del evento, los dueños de los toritos tienen más de dos meses en su construcción

Paola Mendoza | El Sol de Morelia

  · viernes 11 de febrero de 2022

Los morelianos ya preparan sus toritos de petate | Foto: Adid Jiménez | El Sol de Morelia

Morelia, Michoacán-(OEM-Infomex).- “Nosotros entendemos el tema de los contagios, pero sí se nos permite vamos a salir a bailar, así lo hemos hecho siempre y lo seguiremos haciendo”, comentó Jesús Bonifacio Piñón, dueño del torito de petate denominado “El Joker”, el cual yace sobre la yerba en la espera de ser mejorado y exhibido a los habitantes de las colonias López Mateos y Eduardo Ruíz.

La intención, sin embargo, se mantiene a la expectativa luego de que el ayuntamiento de Morelia determinó que el Carnaval del Torito de Petate, que se realiza de manera anual por la Avenida Francisco I. Madero, programado para el próximo 26 de febrero, quedaría suspendido hasta nuevo aviso, debido a la situación sanitaria que se vive en la capital michoacana a raíz de la pandemia por Covid-19.

Los morelianos ya preparan sus toritos de petate | Foto: Adid Jiménez | El Sol de Morelia

El anuncio se hizo público el pasado miércoles mientras que las familias que arman y bailan los toritos de petate se preparan con al menos dos meses de anticipación al inicio del carnaval para comenzar a armar sus toritos, pues en la mayoría de los casos se empieza de cero, armando las bases de metal, forrando las estructuras y se procede al trabajo de decoración.

“Boni”, como es conocido en su barrio, detalló que el gasto por “levantar” un torito puede llevar dos meses y superar hasta los 15 mil pesos, dependiendo de todo lo que se quiera poner, los elementos, los materiales y la calidad de los mismos, además de que hay que sumar el gasto derivado de la contratación de una banda que acompañe al toro en su recorrido por las diferentes colonias de la ciudad.

Así como el caso de la familia del torito “El Lucero Junior”, en Morelia se tienen identificados alrededor de 70 toritos de petate que año con año salían a bailar en el carnaval que da inicio a las festividades de la Semana Santa, y pese a la prohibición para llevar a cabo la festividad hay quienes ya anunciaron que con o sin permiso van a bailar, tal es el caso de “El Sospechoso” de la colonia Felicitas del Río.

La tradición

Boni, comentó que la tradición de sacar el torito de petate comenzó con su padre hace ya 37 años, cuando el señor Fermín era igual de joven que él y le gustaba andar en los carnavales, persiguiendo a los toritos, las marimbas y los apaches, hasta que decidió “tomar al toro por los cuernos” y hacer su propio torito.

Así fue como nació “El Lucero” de la colonia López Mateos, un torito que inició con una figura monumental de la Virgen de Guadalupe y que, con el tiempo, se terminó convirtiendo en “El Lucero Junior”, un torito familiar que lleva en el alto de su estructura un gran dragón azul, acompañado de peces y otras figuras mitológicas.

Relata que el nacer en una familia aficionada al carnaval y los toritos, se le inculcó el espíritu desde muy joven para dedicarse de la mano de su papá a la armada de las estructuras y la pega de escarcha, y demás adornos y viste a los toritos, por lo que ahora, espera con ansias el inicio del carnaval.

“Nosotros ya nos empezamos a preparar, antes de que nos dijeran que no se iba a poder, mi tía ya nos había ayudado con un dinero para comprar más papel y escarcha y mi hermana ya andaba sacando la ‘cooperacha’ con los amigos para pagar una banda, ahora no sabemos si le seguimos a la armada o nos esperamos”, manifestó.

Debido a que el gobierno de Morelia no especificó si la cancelación del Carnaval del Torito de Petate en el Centro Histórico será el único lugar prohibido para salir a bailar, en las diversas colonias los toritos ya se preparan; este medio de comunicación intentó contactar a la secretaría de Cultura de Morelia, Fátima Chávez, para conocer más detalles de la determinación, quien se negó a tomar la llamada.