Regresar a Bellas Artes después de 15 años es para Javier Camarena un homenaje en agradecimiento a quienes forjaron su trayectoria. Así lo afirmó el tenor mexicano quien conmemorará el aniversario de su primera presentación en el palacio de mármol con la ópera La hija del regimiento de Gaetano Donizetti el 13 y 16 de febrero.
El acto en esta ocasión será en formato semiescenificado donde compartirá créditos con la soprano Rebeca Olvera y Josué Cerón quienes también estuvieron en el montaje hace tres lustros. También, en el papel actuado de la Duquesa de Crakentorp, estará Florinda Meza de quien Camarena externa su admiración desde que era un niño y la conoce por la afición de la actriz por la ópera, género que al tenor le ha dado grandes satisfacciones como el recibir la Medalla Bellas Artes en diciembre pasado, por sus logros en la música.
"Será un espectáculo digno del Palacio de Bellas Artes. Contaremos con grandes cantantes", dijo el tenor, quien durante esos 15 años ha logrado mantener el papel de Tonio.
Dijo que esos tres lustros "son toda una vida" en los cuales "han pasado tantas cosas, ha habido tantos sacrificios, pruebas y aprendizaje".
Expresó que para él es un gusto y una satisfacción "volver a este escenario y compartir nuevamente esta maravillosa y divertida obra de Gaetano Donizetti con personas" a las que quiere tanto y que son familia.
Por otro lado, por compromisos antes adquiridos, el artista no puede confirmar cuándo regresará a nuestro país después de dichas presentaciones y la masterclass privada que ofrecerá el próximo viernes, cuyo lugar no fue revelado. No obstante, ayer se dio tiempo para hablar con El Sol de México y referir cómo sobrelleva esa vorágine de actuaciones en distintas naciones del orbe.
“Al final de cuentas para mí este es mi trabajo, mi empleo, mi chamba, que realmente se hace muy atractiva porque tienes la atención de la gente y mueves la sensibilidad de quien te escucha, le da cierto esplendor a esta carrera, pero la final del día se apaga el reflector y sólo te quedas contigo”. Después, el intérprete de bel canto toca el tema de su permanencia en los escenarios.
“Tengo a mi familia y el futuro que veo siempre va en esa dirección. Mi hija va a cumplir 16 años y mi hijo tiene 10. Todo lo que yo haga y decida va a tener como faro principal a mis seres queridos y eso es lo que me mantiene con los pies en la tierra, el hecho de contar siempre con ellos".
Añade: "Mi labor seguirá por más tiempo en los escenarios y le gusta a mucha gente, estoy agradecido, pero al final yo me quedo con Javier Camarena Pozos y cada vez que me veo al espejo me encuentro con quien me gusta estar, no soy religioso, soy una persona de fe. Vivo con esa mentalidad y me ayuda a mantenerme emocionalmente muy completo".
A pregunta expresa, el tenor habla del percance que tuvo la semana pasada en Madrid, donde se sintió "congestionado" en una de las actuaciones que daría en la ciudad española, en la que cambió arias belcantistas italianas por canciones mexicanas para no afectar su voz y comenta, que cuestiones estacionales, fueron las que detonaron la molestia, pero acudió al médico y se encuentra bien, con tratamiento para estar al cien por ciento para sus próximas funciones.