/ viernes 23 de noviembre de 2018

TORRE DE BABEL

“La vida es presente, pasado y futuro. De éstos, el presente es brevísimo; el futuro, imaginación, y el pasado, recuerdo”.

Sabiduría popular

Presente, es la voz que resuena y debería resonar en el México actual. Si somos conscientes, si abrimos los sentidos, esta es la voz del único tiempo trascendente, es el momento supremo del cambio de régimen, que viene con la fuerza de un poderoso oleaje de agua fresca, un oleaje de renovación.

“Hoy, hoy, hoy”, resuena la poderosa frase de Vicente Fox al hijo de Lázaro Cárdenas, refiriéndose al debate que deseaban, el heredero del General y Labastida, llevar al siguiente viernes: manifiesta la importancia del momento presente, ese es el que precisamos vivir. Paradójicamente, el expresidente de las botas, hoy día es señalado por amplias capas de la población como antítesis del llamado cambio verdadero.

El cambio existe en medio de la neurosis colectiva, donde es notable la polarización artificial que reduce a: #chairos vs #fifís. La imagen desdibuja la riqueza y amplitud económico-social de los mexicanos, que si quiere sintetizarse en una categoría para el análisis, pasa por el choque vital entre el antiguo y el nuevo régimen.

El cambio que ha impulsado los más de 30 millones de votos ha resultado tan increíble como vertiginoso. No obstante, algunos sectores manifiestan su incapacidad de aceptar que la muerte del antiguo régimen se sucede día tras día, en el presente… ignoran que el capullo se está rompiendo para dejar salir a la mariposa, frente a sus ojos.

El presente -no sólo para quienes practican yoga- es el único momento que realmente se vive, y en el cambio que presenciamos y del que somos parte en México. Si de forma convencional tomamos el fin de Mesoamérica y el inicio de la Nueva España o la Independencia, resulta increíble que después de siglos de transformación sigamos hipnotizados con los fantasmas del pasado o con la ilusión del futuro.

Frente a nosotros pasa una corriente de agua nueva; el entorno es inédito, las formas de control político fueron rebasadas principalmente por las redes sociales, por ello deberíamos entenderlo como los deseos de manifestación de vida plena de una nueva generación, un camino de renovación natural, porque el pasado y el futuro no existen: solamente son recuerdo e imaginación. Una parte de la sociedad está perdida en el tiempo, tal vez de forma conveniente, viviendo una especie de viaje onírico.

Sin embargo, aunque algunos tampoco quieran verlo, una parte en la élite de las élites está despierta, tan despierta que va a la par de lo que se cuece en redes; aquellas muestran su suavidad, con la suficiente inteligencia para entender que el cambio que se vive no es solamente resultado de la acción de “ya sabes quién”. Cierto es que el llamado “mesías tropical” se ha sostenido como pocos -hasta hoy- en su ideario de servir, no de servirse con la “cuchara grande” para él y los suyos.

Los que abrevan en su lejano mundo del pasado, y sus miedos personales -a quienes no hace falta mencionar todos los días, y que en su derecho están de disentir- saben de su cerrazón y rechazo al cambio natural que trae consigo la existencia de sociedades abiertas y las influencias que se generan en la vida digital… Esos quienes todavía no aceptan ir más allá de la democracia representativa, para dar cauce a las masas, vía la democracia participativa.

El hecho es irrevocable, hay al menos 30 millones de electores que significan ese “bono democrático”; de la mano con ello, hay 30 millones de lectores, ergo, que están ávidos de ver caras nuevas, leer opiniones abiertas, dejar el odio atrás y escuchar opiniones incluyentes que les digan con mayor objetividad la realidad del presente. Para quien quiera verlo, hay un filón de negocio: transparencia y objetividad, sea de izquierda o derecha, porque ambos son necesarios en la vida del cambio que se vive, hoy, en el bendito presente. (F)



“La vida es presente, pasado y futuro. De éstos, el presente es brevísimo; el futuro, imaginación, y el pasado, recuerdo”.

Sabiduría popular

Presente, es la voz que resuena y debería resonar en el México actual. Si somos conscientes, si abrimos los sentidos, esta es la voz del único tiempo trascendente, es el momento supremo del cambio de régimen, que viene con la fuerza de un poderoso oleaje de agua fresca, un oleaje de renovación.

“Hoy, hoy, hoy”, resuena la poderosa frase de Vicente Fox al hijo de Lázaro Cárdenas, refiriéndose al debate que deseaban, el heredero del General y Labastida, llevar al siguiente viernes: manifiesta la importancia del momento presente, ese es el que precisamos vivir. Paradójicamente, el expresidente de las botas, hoy día es señalado por amplias capas de la población como antítesis del llamado cambio verdadero.

El cambio existe en medio de la neurosis colectiva, donde es notable la polarización artificial que reduce a: #chairos vs #fifís. La imagen desdibuja la riqueza y amplitud económico-social de los mexicanos, que si quiere sintetizarse en una categoría para el análisis, pasa por el choque vital entre el antiguo y el nuevo régimen.

El cambio que ha impulsado los más de 30 millones de votos ha resultado tan increíble como vertiginoso. No obstante, algunos sectores manifiestan su incapacidad de aceptar que la muerte del antiguo régimen se sucede día tras día, en el presente… ignoran que el capullo se está rompiendo para dejar salir a la mariposa, frente a sus ojos.

El presente -no sólo para quienes practican yoga- es el único momento que realmente se vive, y en el cambio que presenciamos y del que somos parte en México. Si de forma convencional tomamos el fin de Mesoamérica y el inicio de la Nueva España o la Independencia, resulta increíble que después de siglos de transformación sigamos hipnotizados con los fantasmas del pasado o con la ilusión del futuro.

Frente a nosotros pasa una corriente de agua nueva; el entorno es inédito, las formas de control político fueron rebasadas principalmente por las redes sociales, por ello deberíamos entenderlo como los deseos de manifestación de vida plena de una nueva generación, un camino de renovación natural, porque el pasado y el futuro no existen: solamente son recuerdo e imaginación. Una parte de la sociedad está perdida en el tiempo, tal vez de forma conveniente, viviendo una especie de viaje onírico.

Sin embargo, aunque algunos tampoco quieran verlo, una parte en la élite de las élites está despierta, tan despierta que va a la par de lo que se cuece en redes; aquellas muestran su suavidad, con la suficiente inteligencia para entender que el cambio que se vive no es solamente resultado de la acción de “ya sabes quién”. Cierto es que el llamado “mesías tropical” se ha sostenido como pocos -hasta hoy- en su ideario de servir, no de servirse con la “cuchara grande” para él y los suyos.

Los que abrevan en su lejano mundo del pasado, y sus miedos personales -a quienes no hace falta mencionar todos los días, y que en su derecho están de disentir- saben de su cerrazón y rechazo al cambio natural que trae consigo la existencia de sociedades abiertas y las influencias que se generan en la vida digital… Esos quienes todavía no aceptan ir más allá de la democracia representativa, para dar cauce a las masas, vía la democracia participativa.

El hecho es irrevocable, hay al menos 30 millones de electores que significan ese “bono democrático”; de la mano con ello, hay 30 millones de lectores, ergo, que están ávidos de ver caras nuevas, leer opiniones abiertas, dejar el odio atrás y escuchar opiniones incluyentes que les digan con mayor objetividad la realidad del presente. Para quien quiera verlo, hay un filón de negocio: transparencia y objetividad, sea de izquierda o derecha, porque ambos son necesarios en la vida del cambio que se vive, hoy, en el bendito presente. (F)



ÚLTIMASCOLUMNAS
viernes 29 de marzo de 2019

Torre de Babel

De los imperios al presente: la voz de México

Gerardo Rodríguez

viernes 15 de marzo de 2019

Torre de Babel

La pax mexicana: ¿mito o realidad?

Gerardo Rodríguez

viernes 15 de febrero de 2019

TORRE DE BABEL

AMLO: ¿El Gandhi mexicano?

Gerardo Rodríguez

viernes 18 de enero de 2019

TORRE DE BABEL

¿La patria es primero?

Gerardo Rodríguez

viernes 21 de diciembre de 2018

Torre de Babel

Roma y el tren maya

Gerardo Rodríguez

viernes 14 de diciembre de 2018

Torre de Babel

De privilegios, “sueldazos” y equilibrio de poderes

Gerardo Rodríguez

viernes 23 de noviembre de 2018

TORRE DE BABEL

México: Pasado, futuro, y… presente

Gerardo Rodríguez

viernes 09 de noviembre de 2018

Torre de Babel

Gerardo Rodríguez