/ lunes 7 de enero de 2019

Pretendemos una política seria

Hacia el logro de que haya participación del pueblo en la vida democrática, con la organización de ciudadanos para acceder al poder público por el sufragio universal, libre, secreto y directo, por medio de las elecciones, ya se están preparando nuevos escenarios, buscando a distintos actores, logrando el encuentro con ellos, con condiciones propicias como ahora lo hace el Partido Nueva Alianza en 19 entidades.

Los institutos políticos ya se encuentran en el proceso de reorganización, uno eliminando el concepto de tribus para convertirlo en unidad (PRD), otro por una elección interna para su dirigencia nacional (PAN), otro de los perdedores ya hizo su relevo (PRI), lo mismo Morena con su lideresa nacional, buscan al personaje connotado, respetable y propositivo, se encuentran en los lugares adecuados para iniciar la experiencia de buscar el poder, con personas con quienes tengan más confianza, indicios de organización que podría coincidir con las propuestas de otras organizaciones políticas de corte nacional o extranjero, dando otro sentido a la predominancia de los partidos políticos tradicionales, con su organización en muchos casos, viciada, rechazada y detestada, porque con ella lo eficiente al lograr el poder es al utilizar a personas para su objeto y no integrarlas en su cuidadosa, discriminatoria y selectiva élite.

La organización sería de un partido político, como una nueva alianza que concentre inquietudes de llegar a poseer estructura del gobierno; más elementos experimentados se integran, también respetables trabajadores jubilados, luego las mujeres, indispensable por ley, de formar parte de la política; las analíticas y sensibles. La organización se plantea poco a poco, con la idea de que para ganar es con votos.

Se deben cumplir con las reglas aunque haya mucha dificultad, hasta llegar a conformar planillas representativas, encabezadas por mujeres y hombres, de ser formales para tener el poder, de lograr tener la confianza de familiares, amigos, compañeros, por medio de relaciones sociales y familiares, una propuesta que logre tener un equipo amplio y comprometido con el desarrollo. Deben tomar en cuenta los principios de política como Adenauer, “no sería importante tener razón, sino que se la den a uno”, que los actores no se encuentren desgastados, porque no podrían desgastarse por el poder, lo que los desgasta es lo largo que parece alcanzarlo, que no se concreta por no tener lo necesario.

La participación de jóvenes millennials dan más impulsos para que los políticos no sólo sean personajes públicos; la idea de los jóvenes se centra en que a algunos no les interesa el poder y sí las nobles acciones orientadas algunas por Benito Juárez con su frase: “Malditos aquellos que con sus palabras defienden al pueblo y con sus hechos lo traicionan”, o de Octavio Paz ubicando a las masas humanas previniendo que “son las más peligrosas las inyectadas con el veneno del miedo… del miedo al cambio. Y la crítica con reconocimiento a los que dieron su vida para darnos patria y los detestables gobernantes que hemos tenido, los que “dieron la patria para darse vida”, pero como relata Woody Allen: “El mago hizo un gesto y desapareció el hambre, hizo otro gesto y desapareció la injusticia, hizo otro gesto y se acabó la guerra. El político hizo un gesto y despareció el mago”.

La política seria toma en cuenta cuando el político desaparece al mago, desaparece al propósito de competir hasta ganar con un ideal distinto a lo tradicional, de seguir siendo utilizados y hasta contradice los principios de las ideas jóvenes, de millennials. Así se descubren los buenos políticos, con la advertencia de lo que dijo Winston Churchill, son estos que se identifican cambiándose de camisa como los que tras de haber sido comprados, siguen siendo comprables. Concluyendo que “la política es demasiado seria para dejarla en manos de los políticos”, o que la cuarta transformación dé la oportunidad de asimilar una distinta idea de ser político. (--)

Hacia el logro de que haya participación del pueblo en la vida democrática, con la organización de ciudadanos para acceder al poder público por el sufragio universal, libre, secreto y directo, por medio de las elecciones, ya se están preparando nuevos escenarios, buscando a distintos actores, logrando el encuentro con ellos, con condiciones propicias como ahora lo hace el Partido Nueva Alianza en 19 entidades.

Los institutos políticos ya se encuentran en el proceso de reorganización, uno eliminando el concepto de tribus para convertirlo en unidad (PRD), otro por una elección interna para su dirigencia nacional (PAN), otro de los perdedores ya hizo su relevo (PRI), lo mismo Morena con su lideresa nacional, buscan al personaje connotado, respetable y propositivo, se encuentran en los lugares adecuados para iniciar la experiencia de buscar el poder, con personas con quienes tengan más confianza, indicios de organización que podría coincidir con las propuestas de otras organizaciones políticas de corte nacional o extranjero, dando otro sentido a la predominancia de los partidos políticos tradicionales, con su organización en muchos casos, viciada, rechazada y detestada, porque con ella lo eficiente al lograr el poder es al utilizar a personas para su objeto y no integrarlas en su cuidadosa, discriminatoria y selectiva élite.

La organización sería de un partido político, como una nueva alianza que concentre inquietudes de llegar a poseer estructura del gobierno; más elementos experimentados se integran, también respetables trabajadores jubilados, luego las mujeres, indispensable por ley, de formar parte de la política; las analíticas y sensibles. La organización se plantea poco a poco, con la idea de que para ganar es con votos.

Se deben cumplir con las reglas aunque haya mucha dificultad, hasta llegar a conformar planillas representativas, encabezadas por mujeres y hombres, de ser formales para tener el poder, de lograr tener la confianza de familiares, amigos, compañeros, por medio de relaciones sociales y familiares, una propuesta que logre tener un equipo amplio y comprometido con el desarrollo. Deben tomar en cuenta los principios de política como Adenauer, “no sería importante tener razón, sino que se la den a uno”, que los actores no se encuentren desgastados, porque no podrían desgastarse por el poder, lo que los desgasta es lo largo que parece alcanzarlo, que no se concreta por no tener lo necesario.

La participación de jóvenes millennials dan más impulsos para que los políticos no sólo sean personajes públicos; la idea de los jóvenes se centra en que a algunos no les interesa el poder y sí las nobles acciones orientadas algunas por Benito Juárez con su frase: “Malditos aquellos que con sus palabras defienden al pueblo y con sus hechos lo traicionan”, o de Octavio Paz ubicando a las masas humanas previniendo que “son las más peligrosas las inyectadas con el veneno del miedo… del miedo al cambio. Y la crítica con reconocimiento a los que dieron su vida para darnos patria y los detestables gobernantes que hemos tenido, los que “dieron la patria para darse vida”, pero como relata Woody Allen: “El mago hizo un gesto y desapareció el hambre, hizo otro gesto y desapareció la injusticia, hizo otro gesto y se acabó la guerra. El político hizo un gesto y despareció el mago”.

La política seria toma en cuenta cuando el político desaparece al mago, desaparece al propósito de competir hasta ganar con un ideal distinto a lo tradicional, de seguir siendo utilizados y hasta contradice los principios de las ideas jóvenes, de millennials. Así se descubren los buenos políticos, con la advertencia de lo que dijo Winston Churchill, son estos que se identifican cambiándose de camisa como los que tras de haber sido comprados, siguen siendo comprables. Concluyendo que “la política es demasiado seria para dejarla en manos de los políticos”, o que la cuarta transformación dé la oportunidad de asimilar una distinta idea de ser político. (--)