/ sábado 12 de enero de 2019

LUZ COMPARTIDA

“El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta

que la ciencia logra abrir”

Albert Einstein


Cuando nos referimos al entusiasmo pocas veces hacemos conciencia del significado de la palabra, incluso de su raíz etimológica. Es muy interesante corroborar que entusiasmo deriva de “éndon” (dentro) y de “Teós” (Dios).

Una persona entusiasta es aquella que tiene a Dios dentro.

Hoy nos permitimos compartir un bello texto del gran Mario Benedetti que narra en forma exquisita este tema:

“Me encanta Dios. Es un viejo magnífico que no se toma en serio. A él le gusta jugar y juega, y a veces se le pasa la mano y nos rompe una pierna o nos aplasta definitivamente. Pero esto sucede porque es un poco cegatón y bastante torpe con las manos.

“Nos ha enviado a algunos tipos excepcionales como Buda, o Cristo, o Mahoma, o mi tía Chofi, para que nos digan que nos portemos bien. Pero esto a él no le preocupa mucho: nos conoce. Sabe que el pez grande se traga al chico, que la lagartija grande se traga a la pequeña, que el hombre se traga al hombre. Y por eso inventó la muerte: para que la vida -no tú ni yo- la vida, sea para siempre.

“Ahora los científicos salen con su teoría del Big Bang... Pero ¿qué importa si el universo se expande interminablemente o se contrae? Esto es asunto sólo para agencias de viajes.

“A mí me encanta Dios. Ha puesto orden en las galaxias y distribuye bien el tránsito en el camino de las hormigas. Y es tan juguetón y travieso que el otro día descubrí que ha hecho -frente al ataque de los antibióticos- ¡bacterias mutantes!

“Viejo sabio o niño explorador, cuando deja de jugar con sus soldaditos de plomo y de carne y hueso, hace campos de flores o pinta el cielo de manera increíble.

“Mueve una mano y hace el mar, y mueve la otra y hace el bosque. Y cuando pasa por encima de nosotros, quedan las nubes, pedazos de su aliento.

“Dicen que a veces se enfurece y hace terremotos, y manda tormentas, caudales de fuego, vientos desatados, aguas alevosas, castigos y desastres. Pero esto es mentira. Es la tierra que cambia -y se agita y crece- cuando Dios se aleja.

“Dios siempre está de buen humor. Por eso es el preferido de mis padres, el escogido de mis hijos, el más cercano de mis hermanos, la mujer más amada, el perrito y la pulga, la piedra más antigua, el pétalo más tierno, el aroma más dulce, la noche insondable, el borboteo de luz, el manantial que soy.


“A mí me gusta… a mí me encanta Dios. ¡Que Dios bendiga a Dios!”. (M)


“El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta

que la ciencia logra abrir”

Albert Einstein


Cuando nos referimos al entusiasmo pocas veces hacemos conciencia del significado de la palabra, incluso de su raíz etimológica. Es muy interesante corroborar que entusiasmo deriva de “éndon” (dentro) y de “Teós” (Dios).

Una persona entusiasta es aquella que tiene a Dios dentro.

Hoy nos permitimos compartir un bello texto del gran Mario Benedetti que narra en forma exquisita este tema:

“Me encanta Dios. Es un viejo magnífico que no se toma en serio. A él le gusta jugar y juega, y a veces se le pasa la mano y nos rompe una pierna o nos aplasta definitivamente. Pero esto sucede porque es un poco cegatón y bastante torpe con las manos.

“Nos ha enviado a algunos tipos excepcionales como Buda, o Cristo, o Mahoma, o mi tía Chofi, para que nos digan que nos portemos bien. Pero esto a él no le preocupa mucho: nos conoce. Sabe que el pez grande se traga al chico, que la lagartija grande se traga a la pequeña, que el hombre se traga al hombre. Y por eso inventó la muerte: para que la vida -no tú ni yo- la vida, sea para siempre.

“Ahora los científicos salen con su teoría del Big Bang... Pero ¿qué importa si el universo se expande interminablemente o se contrae? Esto es asunto sólo para agencias de viajes.

“A mí me encanta Dios. Ha puesto orden en las galaxias y distribuye bien el tránsito en el camino de las hormigas. Y es tan juguetón y travieso que el otro día descubrí que ha hecho -frente al ataque de los antibióticos- ¡bacterias mutantes!

“Viejo sabio o niño explorador, cuando deja de jugar con sus soldaditos de plomo y de carne y hueso, hace campos de flores o pinta el cielo de manera increíble.

“Mueve una mano y hace el mar, y mueve la otra y hace el bosque. Y cuando pasa por encima de nosotros, quedan las nubes, pedazos de su aliento.

“Dicen que a veces se enfurece y hace terremotos, y manda tormentas, caudales de fuego, vientos desatados, aguas alevosas, castigos y desastres. Pero esto es mentira. Es la tierra que cambia -y se agita y crece- cuando Dios se aleja.

“Dios siempre está de buen humor. Por eso es el preferido de mis padres, el escogido de mis hijos, el más cercano de mis hermanos, la mujer más amada, el perrito y la pulga, la piedra más antigua, el pétalo más tierno, el aroma más dulce, la noche insondable, el borboteo de luz, el manantial que soy.


“A mí me gusta… a mí me encanta Dios. ¡Que Dios bendiga a Dios!”. (M)


ÚLTIMASCOLUMNAS
viernes 05 de abril de 2019

LUZ COMPARTIDA

Cuestión de óptica

Jesús Vázquez Estupiñán

viernes 29 de marzo de 2019

LUZ COMPARTIDA

Cuestión de actitud

Jesús Vázquez Estupiñán

viernes 15 de marzo de 2019

LUZ COMPARTIDA

La lección pendiente

Jesús Vázquez Estupiñán

viernes 08 de marzo de 2019

LUZ COMPARTIDA

Buena semilla

Jesús Vázquez Estupiñán

viernes 01 de marzo de 2019

LUZ COMPARTIDA

Soñar para innovar

Jesús Vázquez Estupiñán

lunes 25 de febrero de 2019

LUZ COMPARTIDA

Familia fuerte

Jesús Vázquez Estupiñán

viernes 15 de febrero de 2019

LUZ COMPARTIDA

Juventud

Jesús Vázquez Estupiñán

viernes 08 de febrero de 2019

LUZ COMPARTIDA

“La fuerza del arte”

Jesús Vázquez Estupiñán

viernes 01 de febrero de 2019

LUZ COMPARTIDA

Destapar el cielo

Jesús Vázquez Estupiñán

viernes 25 de enero de 2019

LUZ COMPARTIDA

“La Globalización de la indiferencia”

Jesús Vázquez Estupiñán

Cargar Más