/ lunes 13 de junio de 2022

La oposición no aprende

En estas pasadas elecciones donde Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas eligieron nuevo gobierno, la cargada de Morena se generó tal y como lo marcaron las encuestas, se pronosticaron 4 estados para el partido en el poder y dos para la alianza, de esto no hubo sorpresas, con unas elecciones en una calma aparente se desarrolló un proceso donde el enemigo de la cuarta; el Instituto Nacional Electoral (INE) nada pudo hacer para derrotar a Morena, pues los defensores de la patria solo salieron muy temprano a señalar que ya habían ganado 5 entidades y estaba en disputa la sexta, es decir ya se proclamaban ganadores absolutos.

Por su parte un PAN desdibujado y sin rumbo, salió también a decir que habían ganado 3 de 6, todos celebraron hasta Alito Moreno, donde también apuntaba ser ganadores en 3 estados, esto decía él “a pesar de que el oficialismo hizo mil trampas para intentar robarse la elección”.

Estas elecciones demostraron que tanto el PRI como el PAN no aprenden de sus derrotas, al contrario se hunden cada vez más en una confrontación con la federación que los tiene en el terreno perfecto para que Morena siga su camino en transformarse en el nuevo PRI, el país no avanza en democracia porque los propios partidos de siempre han cerrado aún más sus filas, han cerrado las puertas a las organizaciones civiles, a la agenda pública, se han limitado hablarle a sus agremiados pero no al pueblo.

Es claro que no han revisado estas dos instituciones políticas el verdadero problema que los ha llevado a perder más estados en cada elección, tan sólo en 5 años el PAN se ha quedado con entidades que eran su bastión como Puebla y Baja California que dejaron de ser panistas en 2018, tres años más tarde en las elecciones del 2021 perdió Baja California Sur y Nayarit, ahora en 2022 Acción Nacional dejará de gobernar en Tamaulipas y Quintana Roo.

En el 2015 el PRI gobernaba más de la mitad del país con 19 estados, este 2022 perdió Hidalgo y Oaxaca, actualmente queda con 3 estados Durango, Estado de México y Coahuila, de los cuales se disputarán en el siguiente año los dos últimos. Con ello el país se reparte con 20 estados para Morena, 5 para el Pan, 3 para el PRI, 2 Movimiento Ciudadano y una del PES.

Los dos partidos PRI y PAN de continuar con esta tendencia para el 2024 se ve muy complicado puedan enfrentar una elección, cuando en sus filas no vemos los ciudadanos alguien que abandere a un pueblo desilusionado, engañado, pero sobre todo golpeado moralmente, y económicamente por gobernantes que siguen sin entender el rumbo que el país necesita.

Una celebración que sabe derrota

Ya nos dimos cuenta que desde que comenzó a gobernar la Cuarta transformación en el país, todos los gobernantes como empleados de sus administraciones tiene la consigna de esperar cuál es el mensaje que manda desde palacio nacional para poder replicarlo, así no sea acorde a la realidad, así los datos sean engañosos, o incluso ya caer en lo absurdo o en el cinismo.

Es trágico para un país que se limita a un solo discurso, es un retroceso llevar toda la política una sola corriente de Estado, sin embargo, hay quienes a esto no les ocupa, ya que ahora están en el poder, por eso buscan quedar bien con el rey de palacio, es así que demuestran que no tienen voluntad propia, repiten las palabras que les enseñaron “neoliberales” o “corruptos”, son las favoritas. Ahora buscan celebrar que fueron elegidos para gobernar Michoacán, no entienden que muchos lo hicieron para protestar en las urnas en contra de un gobierno que defraudó, lastimó las arcas estatales y ahora son repudiados. Festejar para cumplir con López o simplemente para el ego partidista en un estado que carece de seguridad y de crecimiento económico; es simplemente mancillar nuestra dignidad.

Morelia sin rumbo

En la capital michoacana todo va sin rumbo, no existe una estrategia de seguridad, las vialidades cada vez son más conflictivas, y los servicios más caros y deficientes. Existe un gran desfase entre quienes nos gobiernan, pues tal parece que la Morelia que todos conocemos no es la misma, en su visión estamos más cerca de ser Suiza.

En estas pasadas elecciones donde Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas eligieron nuevo gobierno, la cargada de Morena se generó tal y como lo marcaron las encuestas, se pronosticaron 4 estados para el partido en el poder y dos para la alianza, de esto no hubo sorpresas, con unas elecciones en una calma aparente se desarrolló un proceso donde el enemigo de la cuarta; el Instituto Nacional Electoral (INE) nada pudo hacer para derrotar a Morena, pues los defensores de la patria solo salieron muy temprano a señalar que ya habían ganado 5 entidades y estaba en disputa la sexta, es decir ya se proclamaban ganadores absolutos.

Por su parte un PAN desdibujado y sin rumbo, salió también a decir que habían ganado 3 de 6, todos celebraron hasta Alito Moreno, donde también apuntaba ser ganadores en 3 estados, esto decía él “a pesar de que el oficialismo hizo mil trampas para intentar robarse la elección”.

Estas elecciones demostraron que tanto el PRI como el PAN no aprenden de sus derrotas, al contrario se hunden cada vez más en una confrontación con la federación que los tiene en el terreno perfecto para que Morena siga su camino en transformarse en el nuevo PRI, el país no avanza en democracia porque los propios partidos de siempre han cerrado aún más sus filas, han cerrado las puertas a las organizaciones civiles, a la agenda pública, se han limitado hablarle a sus agremiados pero no al pueblo.

Es claro que no han revisado estas dos instituciones políticas el verdadero problema que los ha llevado a perder más estados en cada elección, tan sólo en 5 años el PAN se ha quedado con entidades que eran su bastión como Puebla y Baja California que dejaron de ser panistas en 2018, tres años más tarde en las elecciones del 2021 perdió Baja California Sur y Nayarit, ahora en 2022 Acción Nacional dejará de gobernar en Tamaulipas y Quintana Roo.

En el 2015 el PRI gobernaba más de la mitad del país con 19 estados, este 2022 perdió Hidalgo y Oaxaca, actualmente queda con 3 estados Durango, Estado de México y Coahuila, de los cuales se disputarán en el siguiente año los dos últimos. Con ello el país se reparte con 20 estados para Morena, 5 para el Pan, 3 para el PRI, 2 Movimiento Ciudadano y una del PES.

Los dos partidos PRI y PAN de continuar con esta tendencia para el 2024 se ve muy complicado puedan enfrentar una elección, cuando en sus filas no vemos los ciudadanos alguien que abandere a un pueblo desilusionado, engañado, pero sobre todo golpeado moralmente, y económicamente por gobernantes que siguen sin entender el rumbo que el país necesita.

Una celebración que sabe derrota

Ya nos dimos cuenta que desde que comenzó a gobernar la Cuarta transformación en el país, todos los gobernantes como empleados de sus administraciones tiene la consigna de esperar cuál es el mensaje que manda desde palacio nacional para poder replicarlo, así no sea acorde a la realidad, así los datos sean engañosos, o incluso ya caer en lo absurdo o en el cinismo.

Es trágico para un país que se limita a un solo discurso, es un retroceso llevar toda la política una sola corriente de Estado, sin embargo, hay quienes a esto no les ocupa, ya que ahora están en el poder, por eso buscan quedar bien con el rey de palacio, es así que demuestran que no tienen voluntad propia, repiten las palabras que les enseñaron “neoliberales” o “corruptos”, son las favoritas. Ahora buscan celebrar que fueron elegidos para gobernar Michoacán, no entienden que muchos lo hicieron para protestar en las urnas en contra de un gobierno que defraudó, lastimó las arcas estatales y ahora son repudiados. Festejar para cumplir con López o simplemente para el ego partidista en un estado que carece de seguridad y de crecimiento económico; es simplemente mancillar nuestra dignidad.

Morelia sin rumbo

En la capital michoacana todo va sin rumbo, no existe una estrategia de seguridad, las vialidades cada vez son más conflictivas, y los servicios más caros y deficientes. Existe un gran desfase entre quienes nos gobiernan, pues tal parece que la Morelia que todos conocemos no es la misma, en su visión estamos más cerca de ser Suiza.